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III
ACETRE:
Ver Caldereta
ALBA:
Vestidura blanca con mangas, en forma de túnica que baja hasta
los pies y se ciñe a la cintura por medio del cíngulo. Con
anterioridad a su uso debía ser bendecida por el obispo o por un
sacerdote autorizado y emplearse principalmente en la celebración
de la misa, al dar la comunión y en el momento de exponer el Santísimo
Sacramento.
ALTAR:
Lugar levantado en forma de mesa o sarcófago que se emplea
para celebrar el santo sacrificio de la misa. Realizado fundamentalmente
en piedra o en madera, el altar está considerado dentro de la liturgia
como un símbolo esencial de la presencia mística y del memorial
del sacrificio de Jesucristo.
AMBON:
Durante la Edad Media en las basílicas mayores existían
dos púlpitos denominados ambones, levantados a derecha e izquierda
cerca del presbiterio. En el de la izquierda se leía el Evangelio
y en el de la derecha la Epístola. Aunque de forma aislada y anacrónico,
los ambones también pueden observarse en la decoración interior
de algunos templos coloniales hispanoamericanos.
ANDAS:
Base o tablero sostenido por dos varas horizontales y paralelas que se
utiliza para conducir las imágenes en las procesiones.
ANTIPENDIO:
Ver Frontal de Altar
ATRIL:
Soporte en forma de plano inclinado que se utiliza para sostener un
libro abierto. Suelen colocarse sobre el altar y están realizados
en plata, bronce dorado o madera.
AUREOLA:
Las aureolas tienen forma de disco o círculo cuyos rayos o
llamas dan la impresión de la luz y suelen colocarse detrás
de las imágenes de Dios, de la Virgen María y de los santos
para expresar la naturaleza divina o la santidad de las personas representadas.
BÁCULO:
Instrumento generalmente metálico, ligeramente encorvado en
uno de sus extremos y similar por su forma al cayado que emplean los pastores.
Debido precisamente a su simbolismo pastoral, es entregado a los obispos
durante su consagración y a los abades y abadesas en el momento
de su investidura.
BANCO:
Asiento de madera generalmente con respaldo en que pueden sentarse
varias personas. Son empleados por los fieles durante las ceremonias religiosas
y están ubicados a lo largo de la nave central y en las naves laterales
de las iglesias.
BONETE:
Especie de gorro de tres o cuatro puntas que empleaban generalmente
los eclesiásticos y seminaristas.
BURILADA:
La "burilada" que efectuaban los oficiales del gremio de
plateros denominados marcadores o contrastes, consistía en la muestra
de metal que se extraía de la pieza utilizando para ello el buril.
Mediante este procedimiento, era posible evaluar la pureza del metal empleado
comprobando con ello su respectiva ley (de acuerdo a lo exigido en la
mayoría de las ordenanzas, once dineros para la plata y veintidós
quilates para el oro). La marca dejada por el buril o "burilada"
es algo profunda y siempre en forma de zigzag, ella resulta asombrosamente
escasa no sólo en la platería venezolana sino también
en otros centros hispanoamericanos particularmente importantes (1).
CALDERETA:
Vasija o recipiente de metal, de proporciones pequeñas y con
una asa. Se emplea para llevar el agua bendita.
CALIZ:
Es el vaso sagrado que se utiliza para la consagración del
vino durante la misa. Por su altísima finalidad, el cáliz
fue suntuosamente elaborado desde los siglos iniciales de la Edad Media.
Las más antiguas disposiciones ordenaban que debían ser
de oro o plata y sólo de estaño en casos de extrema pobreza.
El cáliz esencialmente estaba formado por tres elementos unidos
entre sí: el pie, generalmente circular a partir del Renacimiento
y dividido en molduras concéntricas de diámetros decrecientes;
el astil o sección intermedia, siempre con un nudo central que
servía para tomarlo y la copa, lisa u ornamentada, de tipo cilíndrico
y necesariamente dorada en su interior. El cáliz debía ser
consagrado por el obispo antes de entregarse al uso litúrgico;
cuando se rompían, agujereaban, recibían un nuevo dorado
o eran profanados, debían consagrárseles de nuevo.
CAMPANA:
Instrumento generalmente realizado en bronce y en forma de copa invertida,
que se pone en vibración al ser golpeado internamente por el badajo.
Era utilizada principalmente en los templos para anunciar las horas diarias
de oración y convocar a los fieles a los actos de culto. Dentro
de las edificaciones de carácter religioso, las campanas se ubican
en la parte superior de las torres adosadas a los templos denominadas
campanarios.
CAMPANILLA:
Pequeña campana portátil generalmente realizada en plata
o en bronce, que de acuerdo a las disposiciones litúrgicas servía
durante la misa para señalar el himno del "Sanctus" y
el momento de la elevación de la Sagrada Hostia y del Cáliz.
Otras normativas acerca de su uso indicaban que no debía tocarse
con el Santísimo expuesto, ni tampoco en las misas privadas cuando
había función de rogativas. Al igual que las vinajeras,
las campanillas de la misa nunca se bendecía (2).
CANDELERO:
Utensilio metálico que se emplea para mantener verticalmente
la vela o candela. De acuerdo a las normas de la liturgia, la luz dentro
del templo cumplía con dos usos: el de la iluminación propiamente
dicha y el del culto. En este sentido, el cirio pascual y las velas de
misa debían de elaborarse con una "ex máxima parte"
o "ex maiori parte" de cera, por ser considerada ésta
una materia apta para, representar el simbolismo del sacrificio. Los candeleros
que contenían las ve- las, podían estar sobre el altar o
sobre los gradines, en número de seis en las funciones solemnes
y no menos de dos durante las misas privadas. Para la misa privada de
obispo, misa cantada y misa en día ferial, por lo menos era preciso
la iluminación con cuatro velas. Para exposición privada,
cuando menos seis y para la adoración perpetua, doce. El Ceremonial
de los Obispos, prescribía el uso de luces en número impar,
no sólo por razón de ornamento y de culto, sino además
por su místico simbolismo: cinco en el altar de la Eucaristía,
tres en el altar mayor y una para los demás altares (3).
CAPA PLUVIAL:
Prenda solemne de vestir que usan principalmente los prelados en algunos
actos del culto divino; se coloca sobre los hombros y se cierra por delante
por medio de broches o de corchetes. El nombre de pluvial le viene del
uso que de ella se hacía primitivamente fuera de la iglesia, en
las procesiones, por ejemplo, para protegerse de la lluvia. Desde finales
de la Edad Media fue confeccionada en brocado de seda y decorada con gran
riqueza. Su forma es la de un ancho manteo en forma de semicírculo
que comúnmente llega hasta los pies. La viste el celebrante en
diversas ocasiones, tales como en la de aspersión del agua bendita,
en los entierros y responsos mortuorios y en la bendición y procesión
del Santísimo Sacramento.
CASULLA:
Vestidura sagrada que se pone el sacerdote por encima de las demás,
y la utiliza durante la celebración del santo sacrificio de la
misa. La casulla es abierta en la parte superior y también por
los lados; cae por delante y por detrás desde los hombros hasta
la mitad de la pierna. Durante los siglos XVll y XVIII la Iglesia recomendó
que las telas utilizadas en la confección de las casullas fuesen
de excelente calidad (de seda con bordados en hilos de oro y plata a ser
posible o con pinturas hechas al pincel). Antes de ser usadas las casullas
debían ser bendecidas por el obispo o por un comisionado autorizado
por él.
CATAFALCO:
Estructura o armazón de madera que se recubre de paños
mortuorios y se erige dentro del templo para la celebración de
las honras u oficios solemnes de un difunto, suponiéndole de esta
manera presente en el momento de la ceremonia.
CINGULO:
Cordón con una borla en cada extremo, confeccionado en seda
o en lino y que a manera de cinto, utilizan los sacerdotes para ceñirse
el alba.
CIRIAL:
Candelero alto, sin pie y de un sólo cirio que llevan los acólitos
en algunas solemnidades eclesiásticas.
CONCHA BAUTISMAL:
El primero de los siete sacramentos de la Iglesia, considerado como
la puerta de la vida espiritual del cristiano, fundamenta su valor simbólico
en lavar el alma de toda mancha de pecado, particularmente el original
Las conchas bautismales generalmente realizadas en plata y similares por
su diseño a las valvas de ciertos moluscos, se utilizaban para
derramar el agua sobre la cabeza del bautizado y estuvieron vinculadas
litúrgicamente durante siglos a la administración de este
sacramento.
CONFESIONARIO:
Mueble en forma de armario cerrado que se utiliza para oír
las confesiones de los fieles. Suele tener adentro una silla para el sacerdote
y a los lados rejillas y reclinatorios para arrodillarse los penitentes
que se confiesan. Los confesionarios generalmente se ubican en las capillas
laterales de los templos.
COPÓN:
Es el vaso empleado para guardar y distribuir el Santísimo
Sacramento. El copón empezó a ser utilizado a partir del
siglo XIII, ya que con anterioridad se destinaban para tal fin pequeñas
cajas o "pyxis" de metal, marfil o madera. El copón es
similar al cáliz, con pie circular, astil con nudo y copa o recipiente
de interior dorado (unidos los tres elementos por medio de tornillos y
tuercas de plata) y está provisto además de una tapa coronada
por una cruz. Antes de ser usado, el copón debía bendecirse
por el obispo o por un sacerdote facultado para ello.
CORPORAL:
Lienzo de lino blanco que se extiende sobre el altar para colocar
en él la hostia y el cáliz. Simbólicamente en los
corporales descansa el cuerpo de Jesucristo, en ellos se requiere significar
los pañales del Niño Jesús en su cuna y la sábana
santa con que fue envuelto por José de Arimatea una vez descendido
de la cruz.
CRISMERA:
Utensilio en forma de ampolla o botella, con su tapa correspondiente
y que se utiliza para conservar los santos óleos. Estos últimos
son consagrados por los obispos en ceremonia especial el día de
Jueves Santo. Generalmente realizadas en plata, las crismeras deben ser
tres: la primera con las iniciales "O.I., (Oleum infirmorum) Para
el sacramento de la Extremaunción; la segunda con las iniciales
"C.S.", o también "O.C." (Oleum sanctum; Oleum
cathecumenorum), para el óleo de los catecúmenos y la tercera
"O.Ch.,, (Oleum Chrismatis), o también "S-Ch. "
(Sanctum chrisma), que es el óleo que se emplea par ungir a los
que bautizan y se confirman, y también a los obispos y sacerdotes
cuando se consagran o se ordenan.
CREDENCIA:
Pequeña mesa o repisa que se ubica cerca del altar, a fin de
colocar sobre ella lo necesario para la celebración de los oficios
divinos.
CRUCIFIJO:
Por sobre los otros aspectos de la vida del Salvador, el relativo
a su Pasión tiene una destacada preeminencia en la iconografía
cristiana, debido principalmente al extraordinario significado del suplicio
y muerte de Cristo en la Cruz como fórmula redentora para el género
humano. La efigie o imagen de Cristo crucificado se encontraba siempre
en los altares de las iglesias, en las celdas de los religiosos y en las
casas particulares. Estas imágenes generalmente talladas en madera
de cedro, solían colgarse en los muros o erigirse sobre una peana.
Los ejemplos existentes del período Hispánico suelen corresponder
a dos actitudes principales la del Cristo ya muerto, con la cabeza caída
y vuelta hacia la derecha, ostentando la herida del costado; y la del
Cristo expirante con la cabeza levantada y la boca entreabierta. En ambos
casos, el Cristo lleva corona de espinas entrelazadas y los pies se representan
sobrepuestos, de manera que resulten perforados por un solo clavo.
CRUZ PROCESIONAL:
Es la cruz alta, generalmente de plata y muy ornamentada con que se
abre la marcha en las procesiones. Su función principal es la de
servir de guía a los fieles, simbolizando con ello la vida del
cristiano y su seguimiento tras la cruz de Cristo.
CUSTODIA:
Para exponer y llevar en procesión al Santísimo Sacramento
se emplea la custodia, así llamada porque guarda la Eucaristía,
que es a la vez signo, sacramento, figura y sustancia del cuerpo histórico
de Cristo (4).
En el siglo XII, la devoción popular y el sentimiento de contemplación,
se concentraron en la presencia real del cuerpo y de la sangre de Cristo
en la Eucaristía, desde entonces se comienza a elevar la hostia
después de la consagración, a incensar y a doblar la rodilla
delante de la Divina Majestad. Al siguiente siglo, se inicia la adoración
fuera de la misa con la festividad del Corpus Christi, instituida por
Urbano IV en su bula Transsiturus, del 11 de Octubre de 1264 (5). Dentro
de la liturgia del Corpus, aparece la custodia, unida desde entonces a
la grandeza y esplendor de la Procesión eucarística. La
custodia ,procesional fue concebida inicialmente en forma de templete
arquitectónico; después del Renacimiento la difusión
de este modelo abarcó inclusive el ámbito hispanoamericano.
La custodia de la Catedral de Santo Domingo en República Dominicana,
ejemplo excepcional de esta tipología (6). Desde el siglo XVI sin
embargo, aparecen las custodias de sol caracterizadas principalmente por
la disposición de los rayos en torno al viril, por tener un menor
peso y una mayor sencillez en cuanto al diseño. Este tipo de custodia,
sin ser nunca exclusivo, ha prevalecido desde entonces hasta nuestros
días.
DALMÁTICA:
Vestidura sagrada abierta por los lados, con mangas anchas y en forma
de túnica que cubre el cuerpo por delante y por detrás y
que es usada por los diáconos y subdiáconos cuando ejercen
sus funciones en los oficios divinos.
DESPABILADERAS:
Tijeras diseñadas especialmente para quitar la parte ya quemada
del pabilo o mecha de las velas.
DORAR AL FUEGO:
El dorado al fuego utilizado en la platería religiosa y particularmente
en aquellas piezas cuya función se relaciona con la liturgia de
la Eucaristía, concede al oro como metal precioso ser el símbolo
de la más pura luz y a su vez indica la morada brillante donde
Dios reside (7). Para el minucioso procedimiento de dorar la plata se
preparaban por separado el oro y el mercurio en crisoles pequeños,
llevándolos seguidamente al fuego hasta alcanzar una alta temperatura.
Antes de que el oro comenzara a fundirse se mezclaba con el mercurio y
esta amalgama era aplicada a la superficie del objeto. Una vez concluida
la operación, la pieza se ponía sobre las brasas de un hornillo
produciéndose la evaporación del mercurio, después
de lo cual, la plata comenzaba a amarillear y adquirir lentamente la apariencia
del oro (8).
ESCULTURA EN MADERA POLICROMADA:
Las formas artísticas surgidas en América a partir del
proceso de colonización española fueron de alguna manera
consecuencia del arte europeo nacido de la Contrarreforma. Entre los principios
de este movimiento estuvo la defensa y reivindicación de las imágenes
que servían para reafirmar valores esenciales que el protestantismo
atacaba, como era el caso del culto a la Virgen y a los santos. Las primeras
obras traídas por los peninsulares se convirtieron de inmediato
en un eficaz instrumento de persuasión sobre las poblaciones indígenas
a quienes se debía de evangelizar. Las imágenes de procesión
enmarcadas dentro de espacios ilusorios y grandes aparatos decorativos
permitirán que la escultura se revele como un magnífico
recurso proselitista. Junto con la piedad y la fe viajaron a ultramar
piezas artísticas de los mejores talleres hispalenses. Posteriormente,
las necesidades del culto religioso en la incipiente sociedad venezolana
fueron cubiertas también con obras importadas de México,
Ecuador y Guatemala. La producción local comenzó a incrementarse
sólo en el siglo XVII, heredando para ello las técnicas
utilizadas en España. Usada con frecuencia la madera en la escultura
española, era lógico que también fuese empleada por
los imagineros criollos quienes usaron el cedro casi en forma exclusiva
para sus obras. Asimismo, los procedimientos técnicos derivados
de la tradición hispana se aplicaron invariablemente en todo el
continente americano. Una vez labradas las imágenes utilizando
para ello las gubias y el mazo de madera, se realizaba el aparejo, que
consistía en la preparación y lijado de la superficie. Seguidamente
se cubría la obra con una capa de yeso encolado. Sobre las zonas
que debían dorarse, generalmente las vestiduras, se aplicaba una
arcilla rojiza denominada bol de armenia. A continuación se doraba
con hojillas de oro que se adherían por medio de un bruñidor
con una piedra de ágata. Algunas veces, con punzones de diversos
diseños se golpeaba levemente la superficie grabando así
ciertas formas que imitaban las texturas o tramas. En otras oportunidades
se pintaba directamente sobre el oro, para luego, mediante el estofado
hacer reaparecer la hojilla del fondo y lograr los efectos de textiles
como el brocado y el damasco. La policromía era aplicada en cada
caso de acuerdo a la iconografía de la imagen. El paso final era
la ejecución de las encarnaciones, con ellas se imitaba la piel,
en calidades mates o brillantes; en este último caso para la operación
de abrillantar el color se frotaba la pintura con un trozo de vejiga de
carnero. En la búsqueda por alcanzar el verismo, la imaginería
colonial utilizó con frecuencia recursos como ojos de pasta vítrea,
lágrimas de cristal, pelucas, pestañas de cabello humano,
joyas y vestiduras de tela.
De acuerdo a su estructura las obras se clasificaban en: imágenes
de bulto o de talla completa, las cuales eran totalmente esculpidas en
madera. Por su parte, las imágenes de candelero o de farol correspondían
a esculturas general- mente articuladas, en las que sólo la cabeza,
manos y pies iban tallados, mientras los cuerpos formados por listones
de madera quedaban ocultos bajo las vestiduras. Por último, las
imágenes en tela encolada se realizaban a partir de armazones de
madera sobre los que se modelaban las telas enyesadas y encoladas imitando
los pliegues y caídas de los ropajes. Hasta el presente han sido
muy pocas las obras identificadas con sus respectivos autores. La casi
totalidad de los ejemplos conservados en el país son de carácter
anónimo. Al iniciarse el siglo XIX la producción escultórica
se mantuvo invariable con respecto a los siglos anteriores. Sin embargo,
a raíz de la guerra emancipadora, la escultura tradicional, el
artesanado y los gremios desaparecen como otras tantas derivaciones de
la ruina económica (9).
ESTOLA:
Ornamento sagrado que consiste en una estrecha banda de seda que cuelga
del cuello e incorpora tres cruces, una en el medio y las otras dos en
los extremos. La estola se emplea en la administración de los sacramentos,
durante misa, en las procesiones y en el momento de dar las bendiciones
rituales sobre personas o cosas.
FRESCO:
La técnica de pintura mural denominada fresco se basa principalmente
en el cambio químico que sufren sus componentes, " ... Los
colores de tierra, molidos y mezclados con agua pura, se aplican sobre
una argamasa reciente, de cal y arena, mientras la cal está aún
en forma de hidróxido de calcio. Debido al dióxido de carbono
de la atmósfera, la cal se transforma en carbonato cálcico,
de manera que el pigmento cristaliza en el seno de la pared" (10).
FRONTAL DE ALTAR:
Revestimiento de la parte delantera de la mesa del altar que ocasionalmente
se extiende a los dos costados Suele estar realizado en madera dorada
o policromada y también en plata repujada.
GREMIAL:
Paño cuadrado que se coloca el obispo sobre las rodillas cuando
canta la misa o confiere las órdenes, reparte las velas el día
de Purificación, los ramos en el Domingo de Ramos o impone la ceniza
el Miércoles de Ceniza. Su finalidad primitiva era el impedir que
la casulla se manchara con las manos.
GUIÓN:
Los guiones o gonfalones en plata del Santísimo Sacramento
eran utilizados a manera de banderas flameantes en las procesiones, llevados
delante del sacerdote y de la comunidad, los guiones abrían el
acto junto con los ciriales y la cruz procesional. Sus banderas ornamentadas
con motivos eucarísticos debían terminar siempre en dos
puntas para establecer la diferencia con los guiones militares de formato
triangular (11).
HISOPO:
Instrumento metálico de forma tubular que en uno de sus extremos
presenta una pequeña esfera con perforaciones. El hisopo se emplea
para rociar o esparcir el agua bendita y va siempre acompañado
de la caldereta o acetre.
HOSTIARIO:
Caja pequeña de plata y generalmente de forma cilíndrica
donde se guardan las hostias sin consagrar.
IMAGINERÍA:
Ver Escultura en Madera Policromada
INCENSARIO:
Brasero portátil unido a una tapa perforada por medio de varias
cadenas. Suelen ser generalmente realizados en plata o en bronce y se
emplean para quemar el incienso en determinadas ceremonias religiosas.
LÁMPARA:
Desde los inicios de la Edad Media las lámparas del Santísimo
anunciaban dentro del templo la presencia de Cristo en el sacramento de
la Eucaristía. Las disposiciones sobre su uso en el ceremonial
y ritual romano, indicaban entre otros aspectos que debían estar
encendidas permanentemente, alimentarse con aceite de olivo y ubicarse
delante o al lado del lugar reservado al Santísimo. Diseñadas
para colgar, las lámparas de plata estaban constituidas por un
cuerpo principal de base circular. Arriba, las cadenas se sujetaban a
un elemento también circular cuya función era la de sostener
el vaso que contenía la llama. En algunos ejemplos conservados,
esta parte superior de la lámpara se corona con una cruz y una
veleta.
LEBRILLO:
Vasija de barro vidriado que se caracteriza por ser más ancha
por el borde que por el fondo. De los talleres españoles de Puente
del Arzobispo, Teruel, y Talavera de la Reina, llegaron a la Provincia
de Venezuela los lebrillos, utilizados principalmente dentro de las viviendas
para lavar la ropa, así como para otros usos domésticos
similares. Sin embargo, en nuestro medio, los lebrillos fueron también
empleados con frecuencia en las iglesias como pilas de agua para administrar
el sacramento del bautismo (12).
PALIO:
Dosel generalmente realizado en brocado, terciopelo o damasco que
es sostenido por cuatro o más varas largas de metal. El palio es
utilizado principalmente durante las procesiones para cubrir al sacerdote
que lleva la Eucaristía.
PATENA:
Es el platillo de oro o plata dorada y ligeramente cóncavo,
donde se coloca la hostia en la misa. Dentro de la liturgia es igualmente
utilizada para acompañar al sacerdote durante la distribución
de la comunión a los fieles, colocándola bajo el mentón
de cada uno para recoger la hostia o las partículas que de ella
llegasen a caer. La patena acompaña. al cáliz y al igual
que éste debe consagrarse.
PEANA:
Base o apoyo generalmente realizado en madera tallada, dorada y policromada
que sirve para colocar encima una escultura o imagen religiosa.
PÍXIDE:
Este término deriva de la voz latina "pyxis" (caja)
e identifica al pequeño recipiente que se utiliza para llevar la
comunión a los enfermos. La píxide, con función semejante
a la del copón por conservar la hostia consagrada, generalmente
está constituida por dos tapas ovaladas o circulares que se articulan
mediante una bisagra.
PORTAPAZ:
Desde los primeros tiempos de la Iglesia, existió la costumbre
entre los cristianos de darse en las reuniones el beso de paz. El apóstol
San Pablo así lo había recomendado a los corintios al señalarles:
"Saludaos los unos a los
otros en ósculo santo" (1 Cor., XVI, 20). Tal fue el origen
del beso de paz que de acuerdo a la liturgia romana se daban los fieles
antes, de la Comunión. Al principio, el llamado "oris osculo"
se realizaba sin distinción de sexo, pero luego se ordenó
que se hiciera separadamente y para ello, en las iglesias los hombres
se colocaban separados de las mujeres. Al suprimiese la costumbre del
beso de paz en el siglo XIII, se introdujo el uso del portapaz. Consistía
éste en una lámina o tablilla de oro, plata u otro metal,
con la imagen de Cristo crucificado, el cual se daba a besar a los fieles
por el sacerdote para que recibiesen la paz. A este objeto litúrgico
también se le denominó: "osculatorium", "tabella
pacis", "lapis pacis" (14)
PORTAVIÁTICO:
Los portaviáticos comúnmente elaborados en plata repujada
y excepcionalmente labrados en oro, son a pesar de su diminuta escala
muy semejantes a los sagrarios de las iglesias. Su configuración
generalmente cilíndrica y con puerta giratoria, permitía
guardar dentro de ellos un pequeño copón con el Santísimo
Sacramento que debía llevarse a los enfermos. Estos curiosísimos
objetos, tan reconocidos por su calidad en la orfebrería del barroco,
se colocaban sobre el pecho del sacerdote por medio de una cadena. En
su gran mayoría están ornamentados con la simbólica
figura del Cordero o "Agnus Dei", en alusión a los dos
conocidos versículos del Evangelio de San Juan (I, 29,36) y al
otro igual- mente similar del libro del Apocalipsis (XIV, l).
PÚLPITO:
Tribuna o plataforma que se coloca en la nave central de las iglesias
y que es utilizada por el sacerdote para la predica de la palabra divina.
Generalmente los púlpitos se levantan sobre columnas y están
empotrados en uno de los pilares de la nave central. Los elementos esenciales
de todo púlpito son: la tribuna propiamente dicha, formada por
la barandilla que rodea al predicador; el tornavoz que en forma de dosel
se ubica sobre la tribuna y la escalera.
RECLINATORIO:
Mueble exclusivamente diseñado para arrodillarse y orar. El
reclinatorio está constituido por tres partes distintas unidas
entre si: un cascable bajo, similar a un pequeño peldaño
y que sirve para arrodillarse; una sección vertical que forma el
cuerpo del mueble y la parte superior constituida por una tablilla horizontal
para poder apoyar los codos. Generalmente se usa desprovisto de todo adorno
y solamente se le cubre con una tapicería especial para el uso
de ciertas dignidades civiles y eclesiásticas.
RELICARIO:
Caja preciosa generalmente realizada en oro, plata o marfil y que
a manera de artístico estuche se emplea para guardar las reliquias.
Atendiendo a su contenido, los relicarios suelen ser de múltiples
diseños y proporciones.
RETABLO:
Mueble decorativo de grandes proporciones, a la vez que recurso escenográfico,
ubicado en el presbiterio detrás del altar y en las capillas laterales
de los templos. Dividido en cuerpos horizontales y calles verticales que
encierran un buen número de nichos generalmente distribuidos en
forma simétrica, el retablo sirvió durante el período
colonial en Hispanoamérica para enmarcar y promover las imágenes
religiosas en un ámbito teatral, doblemente propicio para la liturgia
y el culto popular.
ROQUETE:
Vestidura blanca, con mangas largas y estrechas, muy similar por su
diseño al alba aunque reducido en su longitud.
SACRAS:
Denominación que se da a las tres hojas (impresas o manuscritas)
que con sus correspondientes marcos y protegidas por cristales se colocaban
sobre el altar, a fin de que el sacerdote leyera algunas oraciones de
la misa sin recurrir al misal.
SAGRARIO:
El sagrario bajo o de reserva, provisto de puerta con llave y destinado
a guardar las formas eucarísticas, era generalmente realizado en
madera de cedro y recubierto con láminas de plata repujada. Internamente
debía estar pintado o forrado en tela y disponer además
de capacidad suficiente como para guardar varios copones. Ubicado centralmente
delante del retablo y detrás de la mesa del altar, el sagrario
era litúrgicamente imprescindible por servir de resguardo al copón
con el Santísimo.
SOBREPELLIZ:
Ver Roquete
SOLIDEO:
Casquete confeccionado en seda que usan los eclesiásticos dentro
y fuera de la iglesia para cubrirse la tonsura.
TEMPERA:
La témpera conocida también como "gouache",
es una técnica al agua, opaca y hecha con pigmentos molidos aunque
menos finos que los empleados para las acuarelas transparentes. Al igual
que la acuarela, la témpera utiliza como agente aglutinante la
goma arábiga, ampliada a su vez con pigmento blanco con cuya combinación
se logra la opacidad de los colores.
TERNO:
Conjunto de ornamentos sagrados utilizados para la celebración
de las misas solemnes donde intervienen tres oficiantes: sacerdote, diácono
y subdiácono. El terno eclesiástico consta esencialmente
de casulla y capa plúvial para el sacerdote y de un juego de dos
dalmáticas para sus dos ministros acompañantes.
TURIBULO:
Ver Insensario
VINAJERAS:
Son las dos jarritas o ampollas pequeñas de oro, plata o cristal:
utilizada una para servir el vino que se ofrece en el santo sacrificio;
la otra, para contener el agua que se mezcla con el vino y que a la vez
emplea el sacerdote para lavarse los dedos. Las vinajeras siempre van
acompañadas de una bandeja o platillo donde se colocan y que recoge
el agua del "lavabo".
VIRIL:
Es la caja encristalada de la custodia, de forma cilíndrica
y plana y en cuyo interior se coloca la hostia. Constituido por dos discos
de cristal engastados en oro o en plata dorada, el viril permite a la
vez proteger y dejar visible el Pan Sacramentado. Dentro del viril y como
complemento de él se ubica la luneta, formada por dos hojas metálicas
delgadas entre las cuales se sostiene la hostia. Al reservar el Santísimo
en el sagrario, no es la custodia lo que se guarda sino la luneta con
la hostia. Para tal fin se emplea una cajita de plata, con tapa coronada
por una cruz y dorada por dentro.
NOTAS
(1) Lawrence Anderson,
El arte de la platería en México 1519-1936, pp.283-285.
(2) Pbro. J. Ferrando Roig,
Normas eclesiásticas sobre arte sagrado, pp.56-57.
(3) Roig, Op. cit., pp. 49, 64, 66.
(4) José Antonio Sayés,
El misterio eucarístico, p. 166.
(5) Sayés, Op. cit., pp. 167, 179.
(6) Diego Angulo Iñiguez,
Historia del arte hispanoamericano, Tomo I, p. 110.
(7) George Fergunson,
Signos y símbolos en el arte cristiano, p. 49
(8) Descrito en forma detallada este largo y tóxico procedimiento
en Anderson, Op. Cit., pp. 278-280
(9) José Manuel Hernández,
El futuro de ayer imaginería sacra venezolana de tres siglos, pp.
27-30
(10) Colin Hayes,
Guía completa de pintura y dibujo técnicas y materiales,
p. 99
(11) Alfredo Taullard,
Platería sudamericana, p.44
(12) Carlos F. Duarte y María L. Femández,
La cerámica durante la época colonial venezolana, pp. 24-25.
(13) José Manuel Cruz Valdovinos,
Catálogo de platería Museo Arqueológico Nacional,
pp. 17-18.
(14) Enciclopedia de la religión católica, Tomo VI, p. 113.
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