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I. PROPUESTA DE TERMINOLOGÍA PARA EL INVENTARIO DE COLECCIONES
DE ARQUEOLOGÍA PREHISPÁNICA
María Mercedes Monsalve
Antropóloga (U.C.V., 1979). Cursos de Doctorado en Arqueología y Etnohistoria
de América en la Universidad Complutense de Madrid (1986-1988)
e Investigación Documental en el Archivo General de Indias,
Sevilla, España (1988-1989). Candidato a Doctor.
Ha trabajado en las áreas de investigación, inventario,
registro y catalogación de colecciones arqueológicas
de la Fundación Museo de Ciencias, en la Galería
de Arte Nacional y con la Colección La Salle en el Museo
de Barquisimeto. Consultor privado en las áreas de Arqueología
en proyectos de restauración y puesta en valor de monumentos.
Se ha desempeñado como docente en las Escuelas de Antropología
y de Economía de la Universidad Central de Venezuela.
Ha publicado artículos en diversos boletines y revistas
especializadas. Miembro del Consejo Internacional de Museos (ICOM)
de Registrars Committee of the American Association of Museums,
de The Society for American Archaeology y de Society for Historical
Archaeology
A continuación se presenta una herramienta conceptual y metodológica
para el inventario de colecciones de arqueología prehispánica
venezolana, depositadas en museos nacionales. El fin último
de esta iniciativa, adelantada por el Programa Plan Patrimonial
/CONAC, es la de posibilitar el acceso a la información
sobre las colecciones de arqueología prehispánica
venezolana. Con esta idea en mente se ha elaborado un instrumento
básico que proporcione las pautas básicas para
la descripción de los artefactos más significativos.
Dicho instrumento no pretende suplir las funciones de un especialista,
aunque se ha elaborado a un nivel de complejidad medio de forma
tal que pueda ser utilizado por estudiantes universitarios, que
se inician en la especialidad y por personal de museos sin formación
en el área. La mayor parte de este documento está
basado en un trabajo anterior, que nos obligó a precisar
los criterios para la descripción y catalogación
del material arqueológico venezolano (Monsalve MS). Dicha
experiencia se encuentra reflejada en él y contamos que
el esfuerzo realizado en aquella oportunidad pueda ser transmitido
a otros profesionales. Una iniciativa como la presente debe mantener
el equilibrio entre lo básico y lo accesorio, sobre todo
si consideramos que este instrumento será utilizado en
las descripciones de un inventario de carácter nacional.
Así, a pesar que la arqueología prehispánica
venezolana presenta suficientes variables para estimular las
descripciones prolijas y el detalle minucioso, hemos hecho el
intento por satisfacer los requerimientos de dicho balance.
Características del Material Arqueológico
Prehispánico Venezolano en Colecciones de Museos.
A mediados del siglo pasado, algunos investigadores comenzaron a dar muestras
de interés por los restos materiales de los pueblos indígenas
que poblaron el territorio venezolano antes de la llegada de
los europeos. Adolfo Ernst, un insigne investigador a quien se
dio el encargo de organizar el Museo Nacional en 1874, comenzó
a formar colecciones con objetos pertenecientes a la naturaleza
con el fin de ilustrar su recién fundada cátedra
de Historia Natural. Dentro de la visión imperante en
la época fueron incorporados también objetos pertenecientes
a los aborígenes prehispánicos venezolanos, dándose
inicio a las primeras colecciones arqueológicas en instituciones
museísticas en el país.
Si examinamos una obra de reciente publicación sobre los
museos venezolanos observaremos que del total de 75 instituciones
que componen el universo de estudio, 28 poseen colecciones de
arqueología prehispánica. De ellos, dieciséis
(16) museos son de historia, diez (10) de antropología,
uno (1) de ciencias naturales y uno (1) de arte. Las colecciones
aparecen agrupadas bajo los siguientes rubros: "antigüedades",
"cerámica prehispánica", "concha",
"lítica", o "material óseo"
(CONAC 1989).
Cuando nos referimos a colecciones de arqueología prehispánica
aludimos a aquellos artefactos pertenecientes a las sociedades
aborígenes que poblaban el territorio venezolano antes
de la llegada de los europeos, bien sea que hayan sido extraídos
del subsuelo de manera sistemática o no.
Es necesario resaltar algunas de las características de
las colecciones de este género depositadas en instituciones
museísticas nacionales. En primer término, debemos
destacar que la formación de un gran porcentaje de ellas
se ha originado en donaciones eventuales y no planificadas por
la institución; en segundo término, salvo algunas
excepciones, la mayoría de los objetos proceden de excavaciones
o recolecciones no sistemáticas.
Tercero, la falta de sistemas de documentación adecuados
y permanentes en los museos ha ocasionado pérdidas de
información importantes. En cuarto lugar, hay que mencionar
que pocas instituciones cuentan con personal especializado en
el tratamiento de colecciones arqueológicas. En la mayoría
de los casos, dicho personal, generalmente poco y con escasos
recursos, debe asumir el manejo de colecciones disímiles
sin la preparación correspondiente. Por último,
del total de museos que poseen colecciones arqueológicas
sólo unos pocos conducen investigaciones sistemáticas
y llevan registros rigurosos.1
Esta situación dificulta la posibilidad de describir y catalogar
el patrimonio arqueológico de manera adecuada, y por ende, disminuye
la capacidad de conocer apropiadamente los fondos depositados en dichos
museos, así como intercambiar información entre las distintas
instituciones o especialistas. Sobre la base de estas dificultades, se
ha elaborado un instrumento que permita homogeneizar aspectos terminológicos
y de clasificación de la información relativa a las colecciones
arqueológicas prehispánicas venezolanas.
Criterios de Clasificación
En muchas
circunstancias de la vida se hace necesario organizar los objetos
de que se dispone. En un museo esta necesidad se hace perentoria,
bien sea que se trate de una institución dedicada a un
solo tema o, como sucede en gran número de casos, de instituciones
que poseen colecciones de varias especialidades. La clasificación
y su resultado, la catalogación, constituyen la forma
de ordenar las colecciones de un museo de manera que se facilite
el acceso a la información. Tal como lo señalan
Cháves y Ángel "Uno de los resultados de la
clasificación es tener un sistema de archivo ordenado
y a la vez proporcionar a los investigadores un medio efectivo
de consulta sobre el tema de su interés"(1991:13).
La clasificación de las colecciones museísticas
ha sido un tema de constante tratamiento por los encargados de
museos. Los objetos pueden clasificarse teniendo en cuenta uno
o varios de sus atributos: material, técnica, época,
estilo, autor, función, uso, etc. (Cháves y Ángel
1991:13).
Uno de los criterios utilizados para clasificar objetos producidos
por el hombre es el uso o la función. Así por ejemplo,
en la propuesta de clasificación de Porta et al., se considera
que "aquello para lo cual fueron fabricados" los objetos,
es decir, su función, es el atributo sobre el cual debe
basarse su ordenamiento (1982:71-72). Consecuente con ello algunos
apartados de su clasificación contemplan campos tales
como: "Uso doméstico", -subdividido en botellas,
muebles, ollas -, "Objetos religiosos", "Objetos
militares", etc.
También Cháves y Ángel basan su clasificación
en la función que el hombre "ha asignado a su producción
material, según el sistema de valores propio de una sociedad
en el transcurso de las épocas" (1991:15). A partir
de estas funciones presentan el "Cuadro de Clasificación
Universal" en el que 10 grandes áreas se dividen
en 10 subáreas que a su vez pueden subdividirse en otros
tantos temas. Si bien esta clasificación no deja de ser
una propuesta interesante, no podemos dejar de notar la enorme
dificultad que existe para el especialista descubrir el uso o
la función de un objeto a efectos de su ubicación
en un cuadro clasificatorio como el señalado. Nos detendremos
brevemente en estas, consideraciones.
En primer término, conviene distinguir entre uso y función,
ya que ambos términos suelen emplearse indistintamente,
mientras que, en rigor, se refieren a situaciones diversas. De
esta forma, cuando aludimos al uso, nos referimos a la utilidad
o aplicación de una cosa u objeto. Por ejemplo, un cuchillo
sirve o se usa para cortar. Sin embargo, cuando nos referimos
a la función colocamos al objeto dentro de un conjunto
de significaciones que van más allá de su uso,
estrictamente hablando. De esta forma, un mismo objeto, en este
caso el cuchillo, podría asignarse al "área
doméstica, según la clasificación de Cháves
y Ángel, si se tuviese información de haber sido
hallado por ejemplo, alrededor del fogón o de la zona
de procesamiento de alimentos. Sin embargo, podría ser
asignado al "área reverencial" si la información
contextual lo ubicara en una tumba, en posición tal que
pudiera inferirse su colocación como ofrenda a los muertos.
En segundo lugar, la determinación de la función
de los artefactos en arqueología ha sido uno de los mayores
problemas a resolver en esa disciplina. Para ello, se han desarrollado
no solo técnicas de recuperación y de análisis
de las evidencias, sino propuestas teóricas que explican,
por ejemplo, la formación de los contextos. Este problema
ha tratado de ser resuelto por varias vías. Una de ellas,
es la analogía con objetos o usos conocidos etnográficamente.
Otra, la experimentación Sin embargo, subsiste el problema
de conocer cuando se están realizando extrapolaciones
plenamente justificadas. De esta forma, salvo colecciones arqueológicas
provenientes de excavaciones sistemáticas, la precisión
del uso y de la función otorgada a los objetos es casi
imposible de determinar. Por lo tanto, se reservará la
utilización de este tipo de clasificaciones para las colecciones
que así lo justifiquen.
En Venezuela, se han realizado algunos intentos de clasificación
del material arqueológico. Estos ensayos partieron del
análisis morfológico de los artefactos para construir
los conjuntos respectivos. Debe notarse, sin embargo, que estos
estudios se han referido a subconjuntos específicos y
no constituyen una propuesta general de clasificación.
Tal es el caso de Cruxent (1946) referido a las pipas; y de Cruxent
y Fortoul (1948) para las vasijas. Por su parte, Aleina (1970)
estudia las figuras antropomorfas masculinas y femeninas: así
como Perera (1979) propone un sistema de análisis de las
placas líticas aladas. Vargas et al. (1983) realizan una
propuesta de estudio para el material de concha de caracol, proveniente
del cementerio Boulevard de Quíbor y Toledo (MS) realiza
el estudio de la cerámica del mismo cementerio. Podemos
incluir también los estudios de Sujo-Volsky (1975) sobre
el arte rupestre y de Tarble (1982) quien compara dos colecciones
cerámicas del occidente de Venezuela, estableciendo propuestas
clasificatorias con el soporte de la informática. Por
último, Monsalve (MS) realiza el inventario y catalogación
de la Colección "La Salle" de Barquisimeto,
estableciendo una propuesta metodológica global, aunque
referido a una sola colección.
En el caso que nos ocupa sugerimos un esquema clasificatorio
simple donde se señale, en primer término, ARQUEOLOGÍA
PREHISPANICA; en segundo término, el TIPO de OBJETO o
NOMBRE GENÉRICO (vasija, figura antropomorfo, figura zoomorfa,
pipa, pintadera, sello, volantes de huso, mano, metate, hacha,
punta, placa lítica alada, pectoral, cuenta -collar-,
pendiente, cubresexo, restos óseos humanos, restos óseos
animales, rocas, minerales, etc.) y en tercer término,
el CONTEXTO DE PROCEDENCIA (doméstico, reverencial), sólo
cuando éste sea conocido. Dado que el sistema tiene la
facilidad de realizar búsquedas según otros campos
contenidos en la ficha de inventario general consideramos que
no es necesario incluirlos en el ítem.
Criterios de Descripción
Las posibilidades
de clasificar colecciones de modo provechoso dependen de la calidad
de los criterios descriptivos. Tal como señala Leroi-Gourhan,
la mejor manera de lograr este objetivo es por medio del análisis
morfológico. "El análisis morfológico
tiene por finalidad movilizar los elementos de descripción"
a diferencia de la tipología que implica "estados
de síntesis característicos de una época
y de una cultura" (1974:157). La tipología empieza,
pues, en el punto en que el análisis morfológico
ofrece el medio de establecer el grado de validez de los caracteres.
La posibilidad de organizar, esto es de clasificar, de manera
efectiva las colecciones estará muy relacionada con la
claridad que tengamos para denominar y describir los objetos.
Es evidente que se crearía una gran confusión si
denomináramos los objetos de más de una manera,
asunto que suele ocurrir con mucha frecuencia, o si variamos
los atributos que utilizamos de un objeto a otro. Esto acarrearía
la duplicación de registros o de información y
mermaría nuestra seguridad en ubicar la información
que buscamos.
El nombre, es decir, la palabra con que se distinguen o designan
los objetos y sus cualidades es de gran importancia, pero debemos
guardarnos tanto de la vaguedad en la designación (vaso,
recipiente, vasija), como de la precisión extrema, esta
última generalmente haciendo referencia a una función
concreta o evocando objetos de otro medio cultural (1974:186).
De esta forma, parece lo más recomendable denominar los
objetos por aquellas características morfológicas
más evidentes.
Organización de la Información
en la Ficha de Inventario General.
A continuación
nos referiremos a los ítem de la FICHA DE INVENTARIO GENERAL
que tratan de la descripción técnica de los objetos.
En cuanto a la CLASIFICACIÓN GENÉRICA se aplicará
el esquema propuesto supra: ARQUEOLOGIA PREHISPÁNICA,
TIPO DE OBJETO o NOMBRE GENÉRICO, CONTEXTO DE PROCEDENCIA.
En el NOMBRE DEL OBJETO generalmente se usará una expresión
compuesta que constará de un primer término que,
al expresarle permitirá incluir el bien en un conjunto
dado. Esto es "vasija" como diferente a "pectoral".
En segundo término, tratará de caracterizar al
objeto dentro de la colección, señalando una o
varias particularidades que lo individualizan dentro de su grupo
de pertenencia. Por ejemplo, "vasija semiglobular trípode",
con ello se indica que la vasija no es globular y que no presenta
un soporte pedestal. Podría indicarse en último
término si se trata de una "urna", o de un "incensario.
En el ítem TÉCNICA, se señalará "cerámica"
para los objetos realizados en arcilla cocida; "tallada"
para los objetos líticos, usualmente puntas de proyectiles,
logrados por percusión. "Pulida" para los objetos
líticos, usualmente hachas o placas líticas aladas,
cuyo acabado superficial final ha sido logrado mediante abrasión.
En el ítem MATERIALES, se señalará la materia
prima: "arcilla","piedra", "concha de
caracol", "hueso", etc. En el caso de los objetos
de piedra o concha de caracol se tratará de especificar
el tipo, por ejemplo: serpentinita, o Strombus gigas.
En cuanto a la DESCRIPCIÓN FORMAL su contenido es más
complejo ya que no se describen igual todos los objetos, por
lo tanto, hace falta seguir pautas de descripción diferenciadas,
cuyo modelo se ha desarrollado en el glosarlo y se ha sintetizado
más abajo.
En el campo PROCEDENCIA se colocaría el nombre del sitio
y posteriormente su adscripción político-administrativa
(municipio, Estado) en orden de menor a mayor.
El campo CULTURA/ TRADICIÓN / GRUPO ÉTNICO no es
de aplicación en la arqueología venezolana para
la clasificación histórico-cultural de los objetos.
Por esta razón, sugerimos que sea sustituido por la expresión
CLASIFICACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL ya que presenta
mayor nivel de generalización y permitiría incluir
tanto los esquemas vigentes en la arqueología venezolana,
como en etnografía2. Asimismo, recomendamos la inserción
de un sub-campo que de cabida a la organización y búsqueda
del material según los dos esquemas de clasificación
histórico-cultural vigentes en la arqueología venezolana.
El mismo tendría el formato: COMPLEJO / SERIE / ESTILO
propuesto por Cruxent y Rouse (1961) Rouse y Cruxent (1963) y
Arroyo et al. (1971) TRADICIÓN / PERIODO/ FASE, propuesto
por Sanoja y Vargas (1974). Los bienes en cuestión podrían
ser asignados entonces a cualquiera de los dos esquemas establecidos
y reconocidos por los especialistas.
El campo ÉPOCA/ESTILO/ MOVIMIENTO/ESCUELA no es de aplicación
en arqueología. Para evitar confusiones consideramos conveniente
la inclusión de un campo que podría denominarse
UBICACION CRONOLÓGICA. Los especialistas han establecido
esquemas cronológicos donde pueden inscribirse las unidades
histórico culturales; aparte que para algunos estilos
y fases se cuenta con fechas absolutas. Por lo tanto, sugerimos
un sub-campo que podría denominarse, PERÍODO /
FECHA. Esta notación admitiría la propuesta de
Cruxent y Rouse (1961) Rouse y Cruxent (1963) y Arroyo et al.
(1971) integrada por épocas, cinco períodos y sus
respectivos límites cronológicos, así como
la de Sanoja y Vargas (1974). De igual forma, FECHA permitiría
incorporar la data disponible para fases o estilos particulares.
Modelos de Organización de la Información
Este apartado tiene el objeto de indicar el orden en el que deben asentarse
las observaciones que realizan sobre los objetos durante el proceso inicial
de registro en las fichas de inventario general. Este modelo de organización
es una síntesis de los criterios descriptivos que serán
expuestos en el glosario.
El principio general que rige dicho modelo, plantea que la descripción
debe ir de lo general a lo particular y de lo más característico
o evidente a lo menos significativo o aparente. Dada la escasa extensión
de la ficha de inventario general, se preferirán las descripciones
sencillas y sintéticas, pero completas, a las extensas y rebuscadas.
Así mismo, se evitarán las redundancias, es decir, las repeticiones
innecesarias. Por ejemplo, si en el nombre del objeto se ha colocado "vasija
efigie", no se justifica repetirlo en , la descripción formal.
Se recomienda comenzar directamente por la descripción del cuerpo
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VASIJAS
NOMBRE
OBJETO:
Nombre genérico, cuerpo; otra(s) característica(s)
relevantes).
MATERIAL: Arcilla
TÉCNICA: Cerámica; enrollado.
DESCRIPCIÓN FORMAL:
Cuerpo (forma y/o inflexión). Cuello, borde, boca. Base,
fondo. Soportes. Asas. Apéndices. Decoración: fortuna
de realización y/o color, localización sobre el
objeto, disposición, diseño (elementos y motivos).
Desgaste o huellas de uso.
DIMENSIONES: alto, ancho o diámetro, máximo.
ESTADO
DE CONSERVACIÓN:
Pieza completa o incompleta, fragmentos faltantes, fracturas,
fisuras. Fragmento. Intervenciones: ausente, adecuada; inadecuada:
barnizada, repintada, elementos no indicados. Fragmentos. Deterioro
natural. |
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VOLANTES
DE HUSO
NOMBRE
OBJETO:
Nombre Genérico. Silueta (forma geométrica).
MATERIAL: Arcilla; piedra.
TÉCNICA: Cerámica; modelado; abrasión.
DESCRIPCIÓN FORMAL:
Silueta. Hueca o maciza. Paredes (rectas, convexas, cóncavas),
vértice (angular, redondeado), base (plana, redondeada,
globular). Decoración: forma de realización, localización
sobre el objeto, disposición, diseño (elementos
y motivos) Desgaste o huellas de uso. |
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FIGURAS
ANTROPOMORFAS
NOMBRE
OBJETO:
Nombre genérico; sexo; posición (de pié
o sentada).
MATERIAL: Arcilla; piedra.
TÉCNICA: Cerámica; modelado; abrasión.
DESCRIPCIÓN FORMAL:
Sexo. Posición (sentada o de pié). Cabeza (forma
geométrica); rasgos faciales (técnica); presencia
o ausencia de tocado u otros adornos faciales (técnicas
utilizadas); orejas u orejeras. Cuerpo; presencia o ausencia
de brazos, posición, técnica. Tronco. Implante
de las piernas. Decoración: forma de realización
y/o color, localización sobre el objeto, disposición,
diseño (elementos y motivos) Desgaste o huellas de uso. |
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FIGURAS
ZOOMORFAS.
NOMBRE
OBJETO:
Nombre genérico: (nombre común).
MATERIAL: Arcilla; piedra; concha de caracol; hueso.
TÉCNICA: Cerámica; modelado; abrasión, desbastado.
DESCRICPCIÓN FORMAL:
Posición. Rasgos (técnica). Decoración:
forma de realización, localización sobre el objeto,
disposición, diseño (elementos y motivos) Desgaste
o huellas de uso. |
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PIPAS
OBJETO:
Nombre genérico (antropomorfo, zoomorfa, simple).
MATERIAL: Arcilla.
TÉCNICA: Cerámica, modelada.
DESCRIPCIÓN FORMAL:
Hornillo: norma lateral (formas geométrico como las vasijas);
borde; plataforma basal; decoración. Tubo de aspiración
o cañón: sección (formas geométricas);
lado basa¡ (apoyo plano, redondeado); extremos; posición
de¡ canal; decoración. Decoración: forma
de realización y/o color, localización sobre el
objeto, disposición, diseño (elementos y motivos)
Desgaste o huellas de uso. |
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PINTADERAS
OBJETO:
Nombre genérico (maciza o hueca)
MATERIAL: Arcilla
TÉCNICA: Cerámica; modelado.
DESCRIPCIÓN FORMAL:
Cuerpo (sólido o hueco); sección. Decoración:
forma de realización y/o color, localización sobre
el objeto, disposición, diseño (elementos y motivos)
Desgaste o huellas de uso. |
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PUNTAS
OBJETO:
Nombre genérico, otra(s) características) relevantes)
MATERIAL: Piedra.
TÉCNICA. Tallada.
DESCRIPCION FORMAL: Bordes (rectos, convexos, cóncavos).
Cuerpo (bordes paralelos, convergentes: rectos, convexos, cóncavos).
Base (simple, con bordes, con pedúnculo, muescas, aletas,
barbas). Sección transversal. Desgaste o huellas de uso.
ESTADO DE CONSERVACIÓN:
Pieza completa o incompleta. Fragmento. Problemas de conservación:
manchas de pintura, esmalte, tinta, grafito, óxido, etc.
Etiquetas sobre superficie. Faltantes. Reconstrucción
inadecuada. Deterioro natural. |
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HACHAS
(CINCELES, BURILES, AZADAS, ETC.)
OBJETO:
Nombre genérico.
MATERIAL: Piedra, jaspe.
TÉCNICA: Pulida [abrasión].
DESCRIPCIÓN:
Borde (ejes: paralelos, convergentes; rectilíneos, convexos,
cóncavos, sinuosos). Escotadura. Talón: trunco,
redondeado, c/salientes, en botón. Filo: perfil (doble,
forma del bisel: convexo simétrico, convexo asimétrico;
simple). Planta (rectangular, convexa-simétrica o asimétrica).
En su plano: plano, en gubia. Sección. Desgaste o huellas
de uso. |
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MANOS
Y METATES
OBJETO:
Nombre genérico (forma geométrica de la sección
o planta).
MATERIAL: Piedra.
TÉCNICA: Clase natural.
DESCRICIÓN:
Planta. Sección Transversal.
Desgaste o huellas de uso. |
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PLACAS
LÍTICAS Y PECTORALES
OBJETO:
Nombre genérico
(silueta: rectangular, triangular, semicircular; plano, curvo,
sinuoso).
MIATERIAL: Piedra; serpentinita; concha de caracol marino (Strombus giga).
TÉCNICA: Pulido; desbastado y abrasión.
DESCRIPCIÓN: Trapecio: (f: recta, convexa, angular; m:
recta, sinuosa, convexa, cóncava, angular). Alas: (Líneas
convergentes, paralelas; ambas rectas, curvas, combinadas). Extremos.
Bordes: aplanados, biselados, redondeados. Perforaciones. Decoración:
forma de realización, localización sobre el objeto,
disposición, diseño (elementos y motivos) Desgaste
o huellas de uso.
ESTADO DE CONSERVACIÓN-.
Pieza completa o incompleta, fragmentos faltantes, fracturas,
fisuras. Requiere tratamiento urgente o no; problemas de conservación
(pérdida de carbonatos, exfoliación; manchas, etiqueta
sobre superficie). |
COLLARES
Y PENDIENTES
MATERIAL: Concha de caracol (especie)
DESCRIPCIÓN FORMAL: Tipos de cuentas, número de
cada tipo; pendientes, número de cada tipo. |
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