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Función educativa del
museo
La educación e interpretación
de los fenómenos culturales es una de las tareas más
importantes del museo, la cual debe estar en consonancia con
sus objetivos. El museo no sólo debe ofrecer actividades
de información sino también de capacitación
sin olvidar que el proceso de aprendizaje en los museos debe
ser informal y contener una alta medida de recreación.
Informal ya que ofrece conocimientos de una manera distinta,
y que en cierta forma rompe con los métodos tradicionales
de enseñanza utilizados en las escuelas e institutos de
educación formal.
Por esta razón, es importante la elaboración de
programas educativos coherentes que permitan llevar adelante
la función educativa del museo. Los programas educativos
son los responsables de captar e incorporar al visitante a las
actividades del museo, además de generar y mantener el
interés del público en el mismo. Entonces deben
definirse los objetivos y metas del programa y tomarse en cuenta
a quién va dirigido, cómo debe ser adaptado, etc.
Estos pueden apoyarse en una variedad de medios y técnicas
como son exposiciones didácticas de carácter permanente
o temporales, visitas guiadas, conferencias, cursos, películas,
programas de entrenamiento, talleres, excursiones y eventos en
general.
El área de educación es la encargada de procesar
la información a publicar en forma didáctica a
través de paneles de apoyo en sala de exposición,
textos para guías de estudio, y en general, para materiales
de información al público. El museo debe contar
con, personal capacitado que brinde asistencia al visitante;
que desarrolle instrumento y evalúe los programas educativos
del museo, con el objeto de establecer una comunicación
más efectivas entre éste y el público.
Programas Educativos
En el caso de los programas dirigidos a
niños en edad escolar y a estudiantes de bachillerato,
uno de los objetivos es complementar y contribuir a elevar el
nivel de educación a través de la cooperación
con las escuelas y otras instituciones de carácter educativo
y/o cultural. Para ellos es necesario que el museo tenga conocimiento
de los programas y disciplinas impartidas en las escuelas primarias
y secundarias. Por otra parte, debe ofrecerse asesoría,
apoyo y entrenamiento a los maestros de educación escolar
y media, a través de visitas guiadas con apoyo de material
didáctico, o de talleres especiales que ofrezcan información
sobre la exposición.
En la elaboración de programas para niños es recomendable
conocer las características del desarrollo del niño
para determinar qué tipo de información debe ser
montada y cómo debe ser presentada. Es importante que
la información sea presentada en forma simple, concreta
y especialmente por las vías visual y táctil. Para
las visitas guiadas, en el caso de los niños, se recomienda
basarlas en preguntas que haga el niño en referencia al
objeto que esté viendo en el momento y a experiencias
cotidianas de manera de introducirlo de una forma más
directa al proceso de conocimiento. (OTERO,
R. & E. SALMERO. 1979/80).
En lo que respecta a la pedagogía para adultos, ya existe
un sistema de referencia establecido, es decir, el adulto no
va al museo a aprender sino a reaprender. El carácter
de las visitas es muy variable y mucho más fortuito, dejando
de ser obligatoria como puede ser en el caso de los escolares.
Los adultos pueden tener niveles de preparación diferentes,
donde la experiencia práctica puede compensar una formación
oficial deficiente. Los grupos de adultos pueden ser más
heterogéneos dado que puede variar la nacionalidad, el
conocimiento de otros idiomas, experiencia profesional, etc.,
cuya coincidencia estará sólo en el interés
común por la actividad del museo. (ZMERBERG, H. 1970).
Las actividades educativas en los museos, de manera de organizar
las diversas formas que puede adoptar, la hemos dividido en:
a) actividades realizadas en el museo utilizando como base los
materiales expuestos como pueden ser las visitas guiadas, conferencias,
etc.
b) actividades organizadas en el museo pero sin relación
directa con los materiales expuestos como pueden ser ciclos de
películas, conferencias, talleres, conciertos, teatros,
etc.
c) actividades que se realizan fuera del museo pero basadas en
los materiales expuestos como pueden ser exposiciones itinerantes,
museobus, préstamo de material a las escuelas, etc.
d) actividades de extensión no basadas en materiales de
las colecciones y realizadas fuera del museo.
Medios de apoyo a la actividad educativa
La visita guiada es uno de
los medios utilizados con más frecuencia en los museos.
Su objetivo central es facilitar la relación entre el
público y el contenido de la exposición, haciéndola
más directa. La visita guiada debe ser definida dependiendo
del tipo de visitante y de lo que se quiere mostrar y transmitir.
Deben ser tomados en cuenta datos como edad, sexo, procedencia,
nivel de educación, para poder establecer el tipo de
visita, la composición del grupo, la diferencia de intereses,
expectativas y experiencias. Es importante que los grupos no
sean muy numerosos y el tiempo de duración de la visita
no exceda de los 45 min., aunque esto dependerá de la
extensión, el recorrido y la interacción producto
de la motivación entre el grupo y su guía. Es
importante establecer un horario fijo para las visitas y un
sistema de previa cita. Generalmente, la visita guiada es reservada
casi exclusivamente a grupos de estudiantes pero es también
usual su utilización con grupos de turistas y/o profesionales.
A los grupos de escolares se le deben proponer actividades dirigidas
de carácter exploratorio tanto educativo como recreativo
que estimulen su curiosidad y creatividad. El guía es
el encargado de realizar la visita a los estudiantes de los
institutos educacionales. Es recomendable que el guía
posea experiencia o formación técnica o práctica,
además de recibir capacitación por parte del para
un mayor conocimiento del contenido de las exposiciones.
Las conferencias y charlas son otros medios utilizados en los
museos como apoyo a la actividad educativa. La organización
de conferencias y ciclos de charlas en el marco de las exposiciones
estimula un mayor conocimiento del contenido de estas. Generalmente,
esta actividad se reserva a grupos que manejan mayor información
o a especialistas, por las características de tiempo
e interés de los participantes, nivel de especialización
conferencistas, etc.
Los talleres también constituyen medios útiles
de apoyo a la actividad educativa. Pueden organizarse talleres
prácticos en áreas específicas de conocimiento
o enfocados hacia las técnicas empleadas en trabajos
artísticos o del área cultural en general.
Materiales
impresos, audiovisuales y otros

Las publicaciones constituyen un recurso muy útil de
información y su objetivo central es dar a conocer al
museo, tanto en sus colecciones como en las actividades que
realiza.
Pueden existir publicaciones de carácter promocionar
y especializado editadas periódicamente o en el marco
de las exposiciones.
a) Publicaciones de carácter promocional. cuyo
objetivo es invitar al público a participar en las actividades
organizadas por el museo. Pueden ser pequeños folletos
como trípticos o dípticos, mini guías,
etc. Son muy útiles al público en general porque
allí se debe ofrecer información acerca de las
actividades generales que se realizan en el museo, las exposiciones
permanentes y temporales, las características del museo
y su recorrido expositivo, los horarios de atención al
público, las actividades colaterales como ciclos de cine,
charlas, talleres, los servicios de transporte, servicios especiales
a estudiantes, cursos y además, información como
la dirección del museo, teléfonos, facilidades
de estacionamiento, formas de acceso desde diferentes zonas
de la ciudad o comunidad, servicios de restaurante, cafetín,
etc.
b) Publicaciones de carácter especializado: entre
estas publicaciones tenemos los catálogos razonados los
cuales deben contener información detallada de los objetos
mencionados en éste. Se caracterizan por poseer información
extensa y profunda sobre la colección o las exposiciones
o muestras que se realizan. Incorpora información del
artista y su creación, y de los investigadores y sus
aportes. Este tipo de catálogo está dirigido principalmente
a un público de nivel universitario y a especialistas
en el área.
También pueden editarse catálogos de difusión
como un órgano menos especializado, con un lenguaje accesible
que sea útil tanto al público de más alto
nivel como al público general.
Las guías de estudio deben poseer información
fundamentalmente histórica y formal con un carácter
didáctico. Regularmente están dirigidas a estudiantes
de bachillerato y universitarios. La información debe
ir acompañada de una bibliografía completa y ajustada
al nivel académico mencionado.
También pueden publicarse boletines informativos o revistas
donde se ofrezcan avances de los trabajos de investigación
del museo o de instituciones afines, informaciones relativas
a la comunidad, clubes, excursiones, noticias acerca de otros
centros culturales, artículos de interés, etc.
Estos boletines y revistas pueden ser coleccionabas, con ediciones
periódicas mensuales, bimensuales o semestrales, que
deben responder a las necesidades del museo.
Como las publicaciones del museo son documentos que quedan para
la historia de la institución, es importante que todos
los materiales publicados posean información correcta
referente a los créditos institucionales, nombre del
catálogo, fechas de inicio y término de la exposición,
nombre del artista, lugar y año de edición, número
de catálogo y número de la exposición dentro
de la institución, número de depósito legal
asignado por la Biblioteca Nacional, créditos de diseño
gráfico, fotocomposición, casa editorial, fotografía,
montaje, etc.
Otros de los recursos que pueden ser utilizados para cumplir
las tareas de educación,, información y difusión
del museo pueden ser la televisión, la radio, el video
y el cine. Las posibilidades de los medios audiovisuales son
muchas, pueden ser útiles para la captación e
incorporación de nuevo público al museo, la preparación
del visitante al contacto con las colecciones, como apoyo a
las visitas guiadas y en la creación de un mayor interés
en el público a través de una participación
más activa.
Las técnicas audiovisuales permiten un mayor manejo de
información de una manera más directa y dinámica.
Pueden ser de gran ayuda en los museos pequeños que carecen
de personal educativo o de guías docentes permanentes.
Dependiendo de la definición que se le dé al trabajo
se pueden producir audiovisuales documentales con fines didácticos
y científicos, de creación y de difusión
o propaganda. Pueden producirse materiales que ilustren la labor
del museo, cuándo fue creado y por qué, cuáles
son sus metas y objetivos, etc.
Como complemento a los medios audiovisuales e impresos elaborados
por el museo, se puede hablar del papel de la prensa y la radio
como apoyo a la labor de difusión del museo. La institución
museo puede reservar espacios fijos en la prensa y la radio
local o nacional para informar sus actividades y/o comentar
las exposiciones. Estos medios poseen la gran ventaja de ser
sumamente accesibles al público en general.
Actividades
de extensión a la comunidad
La comunidad es una unidad social en constante
evolución. Sus procesos culturales, diversos y plurales,
se manifiestan colectiva e individualmente dentro de sus estructuras
institucionales. Su modo de vida dependerá del grado de
participación de su población y de ciertas formas
de acción social derivadas de sus normas, tradiciones
y valores culturales.
Dentro de este ámbito, el Museo puede participar en el
desarrollo cultural de la comunidad desempeñando una función
integradora, la al puede ser cumplida a través de un programa
de extensión, que tendrá como objetivo principal
generar un proceso de animación socio-cultural para promover
la participación y creatividad de la población
en el campo cultural.
El Museo al ubicarse en la comunidad debe contribuir a la conservación
de su pasado y de su individualidad y, al mismo tiempo, descubrir,
estudiar, preservar, defender y exaltar sus valores humanos y
universales para devolverlos a la comunidad mediante actividades
que han de ser provechosas para todos los sectores de su población.
De acuerdo con lo expuesto, el programa debe establecer un orden
para su realización:
1. Conocer las necesidades y tradiciones culturales de la comunidad.
- Establecer contactos con las instituciones
y organizaciones, formales o no, para conocer las actividades
que se realizan y las necesidades referidas al campo artístico,
cultural y científico
- Conocer el interés de la comunidad
hacia el programa ya que la participación será
totalmente voluntaria.
- Conformar instancias de decisión
en comunidad para la planificación , programación
y ejecución de actividades culturales
2. Estrategia de acercamiento a la comunidad.
- Programar actividades de extensión
para propiciar la participación de la comunidad.
- Organizar talleres para estimular el acercamiento
de la comunidad al Museo: cerámica, escultura, gráfica,
pintura, etc.
- Planificar exposiciones itinerantes en
los espacios de la comunidad.
- Realizar visitas guiadas de las exposiciones
a las personas o grupos de la comunidad que asisten a los talleres.
3. Planificar y programar actividades de extensión con
la comunidad.
- Considerar diagnóstico cultural
de la comunidad.
- Planificar y programar las actividades
sobre la base de una estrategia de participación.
- Estimular las potencialidades creativas
de la comunidad en el campo cultural para que formen parte del
equipo de actividades de formación y recreación:
espectáculos, cursos, talleres, etc.
4. Divulgar el desarrollo del programa en la comunidad: sus alcances,
cambios, etc.
5. Llevar la realización de actividades de extensión
a los espacios de la comunidad: plazas, colegios, áreas
verdes, canchas deportivas, iglesias, etc.
6. De acuerdo con los objetivos del Museo la programación
de actividades debe referirse al campo cultural como:
- Artes Auditivas: música clásica,
ligera, folklórica, jazz, canto coral, y otras.
- Artes escénicas: teatro, mimos,
danza y títeres.
- Literatura: cuentos, poesías, dramaturgia
y otras áreas.
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