Indice General

Introducción

I. El Perfil de la Institución Museística


II La Proyección Museística

III. El Registro e Inventario de Colecciones

IV. La Conservación del Museo

V. Museografía

VI. La Infraestructura Física de Museos

VII. Bibliografía

 



luminación
Otro factor de suma importancia en el adecuado manejo de colecciones en Museos, es el relativo a las condiciones de iluminación a las que se someten los objetos expuestos.
Veamos en qué consiste:

Control de iluminación
La iluminación en los Museos es un elemento fundamental para la exhibición de las colecciones; las más utilizadas son las siguientes:

Luz natural
Luz de Sol

Luz artificial
Luz fluorescente (focos o lámparas)
luz incandescente (bombillas 120 v.)
Luz halógena Luz de sodio

Cada una de estas tienen un rango de luz y calor diferente, su utilización depende del objeto a exponer, su sensibilidad, distancia entre el objeto y la lámpara.

Sin embargo, la exposición prolongada de los objetos, sea a luz natural o no, puede causar grandes daños en las obras (resecamiento, decoloración, craqueladuras, etc.)

La adecuada medida de la iluminación sobre los objetos de museos es el Lux (es la iluminación de una superficie que recibe un lumen en cada metro cuadrado, siendo el lumen la unidad de flujo luminoso).

Según sea la naturaleza de las piezas expuestas, la iluminación deberá ajustarse de acuerdo a los rangos que recomienda el siguiente cuadro:

RANGOS DE ILUMINACIÓN
RECOMENDADOS

Tipos de Obras

Rangos de lux
Papel
Estampas, gráficos, dibujos, collages
Hasta 50 lux
Textiles
Sedas, linos, algodón, yute, lana, etc.
Hasta 50 lux
Materiales colorantes
Acuarelas, gouache, tinta.
Hasta 50 lux
Muebles Hasta 50 lux
Oleos, acrílicos, colores naturales, sopo Hasta 50 lux
Tridimensionales
Bronce, aluminio, hierro
No afectados por la luz
(*) Los datos adaptados para Venezuela se obtuvieron a partir de consultas a especialistas quienes recomendaron niveles de temperatura, humedad relativa e iluminación, según experiencias particulares.
Estos datos serían de gran apoyo para futuras investigaciones y para establecer comparaciones.
Fuentes Garry Thompson, Preventive Conservation in Museum, ICCROM, 1984. Pág. 3. Manual de Prevención y Primeros Auxilios, Colcultura, UNESCO, Bogotá, 1982, Pág. 49. Venezuela (*)

 

La buena utilización de los efectos lumínicos debe considerar algunas recomendaciones:

1. Evitar que los rayos solares incidan directamente sobre los objetos.
2. Neutralizar la luz natural ocasionada por grandes ventanales utilizando vidrios polarizados o filtros para rayos ultravioleta (UV). Son recomendables los filtros de marca Rosco ó 3M, modelos P-12, P-18, P-20 y P-40, los cuales pueden ser colocados en las ventanas, en las vitrinas o en los objetos mismos (en caso de ser acuarelas, libros, estampas o textiles).

3. No utilizar lámparas incandescentes en vitrinas. En caso de no poder evitar su uso deben mantenerse lo más alejadas posibles de los objetos expuestos.

4. Debe preferirse el uso de lámparas fluorescentes (como la P-37 de marca Phillips) o la luz de halógeno, puesto que reducen los rayos UV La lámpara seleccionada deberá tener las dos cualidades siguientes:

  • buen rendimiento de color
  • emisión controlada de rayos ultravioleta (UV)


5. Los rayos ultravioleta pueden ser eliminados mediante:

  • filtros especiales
  • iluminando los objetos mediante reflejos de luz sobre una pared blanca, ya que este color absorbe los rayos UV.


6. A fin de lograr uniformidad en la iluminación, la luz artificial debe ser recibida por el objeto por vía indirecta.

7. Durante el tiempo que el Museo esté cerrado al público, se recomienda apagar las luces. También se utilizan sistemas de control de luz específicamente en aquellas áreas salas que contengan colecciones con materiales muy sensibles, sólo se encenderá la luz por pocos minutos y con muy baja intensidad.

Contaminación biológica
Uno de los principales problemas de las obras compuestas por material orgánico (madera, papel, tela, cuero, etc.) es el ataque de insectos y microorganismos: cucarachas, hormigas, comejenes, hongos, entre otros.
Colcultura, en una de sus publicaciones relativas a prevención del patrimonio cultural, enfoca este aspecto de manera muy clara, razón por la cual haremos uso de su información (COLCULTURA, 1982. Manual de Prevención y Primeros Auxilios. Colombia,. Ediciones PROA Ltda.)
La presencia en las obras de artes de las plagas mencionadas se debe a las siguientes razones:

 

  • Que la temperatura del medio ambiente sea superior a 24º C, y que la humedad relativa supere igualmente el 60%.
  • Que exista acumulación de polvo, sucio, dulces, grasas y otras impurezas atmosféricas en el ambiente que rodea las obras.

    Para controlar la contaminación biológica en las colecciones de los Museos se recomienda tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
  • Tener un estricto control ambiental. La temperatura promedio debe oscilar entre los 18 y 22º C, mientras la humedad relativa debe mantenerse entre 50 y 60%.
  • Limpiar periódicamente los objetos con plumeros, brochas de cerda suave y paños secos, los cuales deberán estar limpios antes de usarse. De esta manera se evita la proliferación de polvo y grasa que contribuyen al surgimiento y desarrollo de insectos y microorganismos.
  • Los sitios y áreas donde las obras reposan (depósitos, estantes, vitrinas, cajas de embalaje, etc.) deben permanecer en estado de pulcritud.
  • Durante los traslados de obras, evitar los cambios bruscos de temperatura y humedad relativa.
  • Los materiales inorgánicos, como las rocas, poseen compuestos y sales solubles que pueden servir de alimento a microorganismos e insectos. Para evitar este tipo de problemas, se deben mantener las condiciones de limpieza y adecuada climatización.
  • En caso de ataque de insectos, el tratamiento recomendable son las fumigaciones periódicas, preferiblemente por medio de gases de bromuro de metilo. No deben aplicarse sustancias fungicidas sobre las obras.
  • Si una obra está contaminada debe aislarse del resto de la colección, mientras se realiza su correcta fumigación a base de gases. Se recomiendan las revisiones periódicas.
  • Detectar el foco de infección o el origen del ataque para eliminarlo definitivamente.
  • Cuando se realiza la fumigación es recomendable la utilización de mascarillas con filtros, de carbón y guantes de vinilo protectores, para evitar los efectos nocivos al operador.

Normas de conservación para el marcaje de obras

Como se ha señalado en capítulos anteriores el ingreso de objetos al Museo, debe corresponderse con la asignación definitiva del número de identificación perteneciente a cada obra y la asociación física de dicho número con el objeto respectivo. Esta asociación se alcanza mediante el marcaje, directo e indirecto del objeto mismo.

La acción descrita garantiza el posterior manejo técnico y administrativo de la colección, así como el almacenaje y ubicación de las obras en depósito, y el proceso de marcaje requiere el cumplimiento de ciertas normas de conservación, cuyo conocimiento y consideración contribuyen, por un lado, a minimizar los riesgos del objeto, antes y después del marcaje; mientras también garantizan la utilidad y la durabilidad de éste.

En tal sentido, es importante estar conscientes de que el marcaje de cada objeto implica una evaluación del material que lo compone, de su forma, peso, y de su estado de conservación. No obstante, en forma general pueden seguirse algunas recomendaciones:

  • Pueden ser marcados directamente los objetos de vidrio, metal, madera, hueso, cerámica y plástico. Se utiliza comúnmente las pinturas de óleo (solubles con trementina), los acrílicos (solubles en agua) y en algunos casos la tinta china. El papel puede ser marcado con un lápiz de punta media.
  • Los textiles se marcan mediante cintas de algodón o lino, que no destiñan, en las cuales se escribe con tintas indelebles; luego, se cosen a las prendas. Igualmente se procede con los objetos de materia orgánica (cuero o pieles) los cuales deben ser identificados con etiquetas de papel libre de ácidos.
  • Si la superficie sobre la cual se aplicará el marcaje es lisa, es aconsejable aplicar una película de base, que facilite la escritura. Igual recomendación es aplicable en superficies porosas, a fin de evitar la penetración de sustancias ajenas al objeto.
  • Para objetos que requieran ser limpiados o pulidos frecuentemente, como es el caso de la platería, la porcelana, o la cristalería, se recomienda aplicar una película de protección sobre el marcaje.
  • Las colecciones de historia natural se identifican con etiquetas de metal, según sea su tamaño. Los especimenes pequeños, por ejemplo insectos, se identifican mediante etiquetas sostenidas bajo los alfileres de cada muestra.
  • El lugar donde se coloque la marca debe ser un sitio discreto del objeto, protegido del roce y desgaste por peso y fricción, y donde se dificulte la desaparición de la identificación. En los objetos de mucho peso, la marca nunca debe colocarse en la base aunque sí cerca de ésta
  • Es aconsejable que objetos similares sean marcados en los mismos sitios, de forma de facilitar la búsqueda de la identificación.

Almacenaje de obras
A menudo, en los Museos se presta escasa atención a los lugares de depósito y almacenamiento de obras. Error grave éste, ya que la experiencia indica que son muchos los daños ocasionados en las colecciones por el inadecuado diseño del área dispuesta para servir como depósito de las mismas.

La importancia de los depósitos y almacenes de obras, radica en que son éstas las áreas en las que las colecciones reposan por período más prolongados de tiempo. De hecho, es el depósito el lugar en donde se inician y culminan todas las operaciones y movimientos de obras, desde su ingreso a la institución hasta su salida a exposición.
Veamos:


Por las razones expuestas, deben preverse ciertas condiciones para las áreas de almacenaje.

  • amplitud
  • control de clima
  • facilidad de limpieza
  • seguridad y sistemas de alarmas
  • fácil y seguro acceso
  • buena iluminación
  • mobiliario adecuado

Un aspecto que debe atenderse con cuidado es el referido a la organización de las áreas de almacenaje. En este sentido, podemos hacer los señalamientos que a continuación se enumeran:

1. El área de almacenaje que debe estar subdividida según las diferentes colecciones que se posean.

2. Las diferentes áreas estarán climatizadas de acuerdo con las necesidades específicas de cada colección: pintura, cerámica, textiles, etc.

3. La distribución de los objetos debe hacerse de acuerdo con los diferentes tipos de colecciones existentes.

4. Una vez determinado el orden de los objetos, éste debe ser respetado y mantenido de manera estricta.

5. La disposición de los objetos debe facilitar su rápida localización visual, así como su acceso sencillo y sin riesgos.

6. Igualmente, debe facilitar el acceso y manejo de los equipos de transporte que se requieran utilizar, según las dimensiones de los objetos a transportar (carritos móviles, montacargas, etc.)

7. Estos medios de movilización de obras deben estar diseñados para la manipulación y traslado, adecuadamente, con apoyos metálicos seguros, correas fuertes y amortiguadores de goma espuma.

8. El personal encargado de la movilización de las obras debe estar perfectamente entrenado para ello.

9. El mobiliario para almacenar los diferentes objetos de los Museos dependerá de las características de cada tipo de colección.

10. El acceso al depósito de personas ajenas a las tareas propias del áreas, debe ser estrictamente limitado.

Hemos señalado la recomendación de que los depósitos estén organizados y acondicionados según las diferentes colecciones existentes. Revisemos las posibles divisiones y sus respectivos mobiliarios y estanterías.

Mobiliarios y Estanterías

Arca de Obras Bidimensionales
Debe disponer de paneles metálicos verticales y con rieles que permitan su suave deslizamiento horizontal. Estos paneles facilitan la colocación de cuadros a cada uno de sus lados, evitando el posible roce entre los mismos.

Un método más económico consiste en emplear estanterías de metal, en cuyos entrepaños se colocan los cuadros verticalmente, sostenidos y separados mediante divisiones.

Estas divisiones pueden ser de madera o bastidores con goma espuma o airpack (plástico con burbujas de aire).

También se pueden utilizar láminas de cartón perforado entre rieles de madera forrados en tela de fieltro, fijado a los entrepaños.



En caso de no disponer de los sistemas descritos, las siguientes recomendaciones podrán serle útil:

  • Siempre que haga uso del piso para colocar obras, cuide que éste no sea resbaladizo, prefiera superficies de goma o de tela.
  • Organice los cuadros considerando su tamaño. Nunca reúna obras de tamaños diferentes.
  • Cuando almacene varios cuadros, observe qué parte del cuadro ha quedado al frente y coloque el próximo de manera que ambos estén respaldo a respaldo o frente a frente.

Continúe así sucesivamente. Esto protege la parte frontal de las pinturas, evitando el contacto de la pintura con los objetos sobresalientes de las partes posteriores del cuadro contiguo

  • Utilice, de manera alternativa la colocación de las obras en sentido vertical u horizontal, de manera de eliminar el peligro de que un marco resbale sobre una pintura próxima.
  • Nunca almacene juntas aquellas obras que posean elementos para colgar sobresalientes.
  • Nunca reúna obras sin enmarcar, o cuadros cuyos marcos no sobresalgan, es decir, que estén en el mismo plano que la tela.


  • Si necesita organizar varios cuadros sostenidos por la pared, apoye el primero lo más verticalmente posible, evitando que se caiga hacia adelante; los cuadros siguientes deberán estar entre sí, lo más cercano posible.
  • Si apoya cuadros en una pared que formen ángulos muy abiertos respecto a ésta, tenga en cuenta la posibilidad de que resbalen hacia adelante, así como que el peso de los últimos cuadros ejercerán una presión peligrosa sobre los primeros.
  • Nunca haga grupos muy grandes. El peso de los cuadros del frente puede dañar los marcos de los cuadros del fondo.
  • No recline pinturas extremadamente grandes o pesadas, directamente una sobre otra.
  • Apoye cada pintura sobre astas de madera de mayor altura que los cuadros. Estas, además de servirles facilitarán su manipulación. Al mover las astas de apoyo debe tenerse cuidado de no dañar las pinturas adyacentes.
  • Si utiliza astas de madera para separar las obras apoyadas en la pared, no almacene juntas muchas obras.
  • Coloque los cuadros más grandes al fondo y termine con los más pequeños al frente.
  • Los cuadros con marcos ornamentados deben ser colocados sobre anime o sobre tarugos o topes de madera con goma espuma o fieltro grueso. Estos amortiguarán el peso de las frágiles esquinas del marco.
  • Cuando almacene varios cuadros con marcos delicados, sepárelos, colocando entre ellos láminas de cartón o anime de mayor tamaño que sus marcos.

Area de obras Tridimensionales (Escultura, Cestería y Cerámica)

Para el almacenamiento de esculturas se utilizan estanterías, con entrepaños espaciados a diferentes alturas y forrados en tela de fieltro, anime o goma espuma, dependiendo de su tamaño. Las de gran formato deberán colocarse en bases de madera lo suficientemente resistentes al peso y volumen de la obra.

Para cestería también se emplean estantes metálicos con entrepaños de malla sintética Para la cerámica se puede utilizar el mismo sistema de muebles diseñados para las esculturas o también muebles en madera con gavetas deslizantes a diferentes alturas, de acuerdo con el tamaño de las obras.

Es conveniente prever la necesidad de dar sostén a los objetos mediante ruedas de goma espuma en los cuales se apoyen y equilibren las piezas. También pueden resultar útiles los cubos de anime que posean perforadas las siluetas de la pieza o sector que requiera apoyo.

Area de Papel

El depósito adecuado a este tipo de colecciones debe estar provisto de muebles preferiblemente de metal, con puertas que cierren mediante bisagras o cerrojos horizontales, de manera de evitar la penetración de polvo. Tal mobiliario llevará en su interior cajones forrados en tela de fieltro o papel glassine, que limite la acción de resinas u óxidos.

Los documentos que se guardan en estos muebles, deben previamente haberse colocado en el interior de una carpeta, previamente identificada. Esta se elabora con dos láminas de cartón, libres de ácido y sin ningún tipo de cinta adhesiva, cinco centímetros más grande que el documento. En el interior de la carpeta se colocan dos hojas de papel de fieltro o papel glassine unidas a la cartulina de algodón.

Area de Textiles
Los vestidos deben ser guardados en amplios gabinetes o guardarropas, elaborados en madera o metal y con puertas que eviten la penetración del polvo. Si éstas no existen, pueden colocarse bolsas de tela sobre los vestidos, dejando en la parte superior e inferior libre paso al aire.

Los ganchos donde se suspenderán los vestidos deben ir forrados en papel de seda o tela y con hombreras hechas de este mismo material.

Los muebles, en su parte inferior, pueden complementarse con cajones forrados con fieltro. En estos se almacenarán, envueltos en papel de seda, los objetos pequeños, tales como guantes, cinturones, zapatos, etc.

Se recomienda la colocación de pequeñas bolsas contentivas de naftalina y alcanfor, en el interior de los muebles acondicionados para el almacenaje de textiles para evitar la presencia de polillas y comején.

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