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luminación
Otro factor de suma importancia en el adecuado manejo de colecciones
en Museos, es el relativo a las condiciones de iluminación
a las que se someten los objetos expuestos.
Veamos en qué consiste:
Control de iluminación
La iluminación en los Museos es un elemento fundamental
para la exhibición de las colecciones; las más
utilizadas son las siguientes:
Luz natural
Luz de Sol
Luz artificial
Luz fluorescente (focos o lámparas)
luz incandescente (bombillas 120 v.)
Luz halógena Luz de sodio
Cada una de estas tienen un rango de luz
y calor diferente, su utilización depende del objeto a
exponer, su sensibilidad, distancia entre el objeto y la lámpara.
Sin embargo, la exposición prolongada de los objetos,
sea a luz natural o no, puede causar grandes daños en
las obras (resecamiento, decoloración, craqueladuras,
etc.)
La adecuada medida de la iluminación sobre los objetos
de museos es el Lux (es la iluminación de una superficie
que recibe un lumen en cada metro cuadrado, siendo el lumen la
unidad de flujo luminoso).
Según sea la naturaleza de las piezas expuestas, la iluminación
deberá ajustarse de acuerdo a los rangos que recomienda
el siguiente cuadro:
RANGOS DE ILUMINACIÓN
RECOMENDADOS
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Tipos de Obras |
Rangos de lux |
Papel
Estampas, gráficos, dibujos, collages |
Hasta 50 lux |
Textiles
Sedas, linos, algodón, yute, lana, etc. |
Hasta 50 lux |
Materiales colorantes
Acuarelas, gouache, tinta. |
Hasta 50 lux |
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Muebles |
Hasta 50 lux |
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Oleos, acrílicos, colores naturales, sopo |
Hasta 50 lux |
Tridimensionales
Bronce, aluminio, hierro |
No afectados por la luz |
(*) Los datos adaptados para Venezuela se obtuvieron
a partir de consultas a especialistas quienes recomendaron niveles
de temperatura, humedad relativa e iluminación, según
experiencias particulares.
Estos datos serían de gran apoyo para futuras investigaciones
y para establecer comparaciones. |
Fuentes Garry Thompson, Preventive Conservation
in Museum, ICCROM, 1984. Pág. 3. Manual de Prevención
y Primeros Auxilios, Colcultura, UNESCO, Bogotá, 1982,
Pág. 49. Venezuela (*) |
La buena utilización de los efectos
lumínicos debe considerar algunas recomendaciones:
1. Evitar que los rayos solares incidan directamente sobre los
objetos.
2. Neutralizar la luz natural ocasionada por grandes ventanales
utilizando vidrios polarizados o filtros para rayos ultravioleta
(UV). Son recomendables los filtros de marca Rosco ó 3M,
modelos P-12, P-18, P-20 y P-40, los cuales pueden ser colocados
en las ventanas, en las vitrinas o en los objetos mismos (en
caso de ser acuarelas, libros, estampas o textiles).
3. No utilizar lámparas incandescentes en vitrinas. En
caso de no poder evitar su uso deben mantenerse lo más
alejadas posibles de los objetos expuestos.
4. Debe preferirse el uso de lámparas fluorescentes (como
la P-37 de marca Phillips) o la luz de halógeno, puesto
que reducen los rayos UV La lámpara seleccionada deberá
tener las dos cualidades siguientes:
- buen rendimiento de color
- emisión controlada de rayos ultravioleta
(UV)
5. Los rayos ultravioleta pueden ser eliminados mediante:
- filtros especiales
- iluminando los objetos mediante reflejos
de luz sobre una pared blanca, ya que este color absorbe los
rayos UV.
6. A fin de lograr uniformidad en la iluminación, la luz
artificial debe ser recibida por el objeto por vía indirecta.
7. Durante el tiempo que el Museo esté cerrado al público,
se recomienda apagar las luces. También se utilizan sistemas
de control de luz específicamente en aquellas áreas
salas que contengan colecciones con materiales muy sensibles,
sólo se encenderá la luz por pocos minutos y con
muy baja intensidad.
Contaminación biológica
Uno de los principales problemas de las obras compuestas por
material orgánico (madera, papel, tela, cuero, etc.) es
el ataque de insectos y microorganismos: cucarachas, hormigas,
comejenes, hongos, entre otros.
Colcultura, en una de sus publicaciones relativas a prevención
del patrimonio cultural, enfoca este aspecto de manera muy clara,
razón por la cual haremos uso de su información
(COLCULTURA, 1982. Manual
de Prevención y Primeros Auxilios. Colombia,. Ediciones
PROA Ltda.)
La presencia en las obras de artes de las plagas mencionadas
se debe a las siguientes razones:
- Que la temperatura del medio ambiente
sea superior a 24º C, y que la humedad relativa supere igualmente
el 60%.
- Que exista acumulación de polvo,
sucio, dulces, grasas y otras impurezas atmosféricas en
el ambiente que rodea las obras.
Para controlar la contaminación biológica en las
colecciones de los Museos se recomienda tomar en cuenta las siguientes
consideraciones:
- Tener un estricto control ambiental. La
temperatura promedio debe oscilar entre los 18 y 22º C,
mientras la humedad relativa debe mantenerse entre 50 y 60%.
- Limpiar periódicamente los objetos
con plumeros, brochas de cerda suave y paños secos, los
cuales deberán estar limpios antes de usarse. De esta
manera se evita la proliferación de polvo y grasa que
contribuyen al surgimiento y desarrollo de insectos y microorganismos.
- Los sitios y áreas donde las obras
reposan (depósitos, estantes, vitrinas, cajas de embalaje,
etc.) deben permanecer en estado de pulcritud.
- Durante los traslados de obras, evitar
los cambios bruscos de temperatura y humedad relativa.
- Los materiales inorgánicos, como
las rocas, poseen compuestos y sales solubles que pueden servir
de alimento a microorganismos e insectos. Para evitar este tipo
de problemas, se deben mantener las condiciones de limpieza y
adecuada climatización.
- En caso de ataque de insectos, el tratamiento
recomendable son las fumigaciones periódicas, preferiblemente
por medio de gases de bromuro de metilo. No deben aplicarse sustancias
fungicidas sobre las obras.
- Si una obra está contaminada debe
aislarse del resto de la colección, mientras se realiza
su correcta fumigación a base de gases. Se recomiendan
las revisiones periódicas.
- Detectar el foco de infección o
el origen del ataque para eliminarlo definitivamente.
- Cuando se realiza la fumigación
es recomendable la utilización de mascarillas con filtros,
de carbón y guantes de vinilo protectores, para evitar
los efectos nocivos al operador.
Normas
de conservación para el marcaje de obras
Como se ha señalado en capítulos
anteriores el ingreso de objetos al Museo, debe corresponderse
con la asignación definitiva del número de identificación
perteneciente a cada obra y la asociación física
de dicho número con el objeto respectivo. Esta asociación
se alcanza mediante el marcaje, directo e indirecto del objeto
mismo.
La acción descrita garantiza el posterior manejo técnico
y administrativo de la colección, así como el almacenaje
y ubicación de las obras en depósito, y el proceso
de marcaje requiere el cumplimiento de ciertas normas de conservación,
cuyo conocimiento y consideración contribuyen, por un
lado, a minimizar los riesgos del objeto, antes y después
del marcaje; mientras también garantizan la utilidad y
la durabilidad de éste.
En tal sentido, es importante estar conscientes de que el marcaje
de cada objeto implica una evaluación del material que
lo compone, de su forma, peso, y de su estado de conservación.
No obstante, en forma general pueden seguirse algunas recomendaciones:
- Pueden ser marcados directamente los objetos
de vidrio, metal, madera, hueso, cerámica y plástico.
Se utiliza comúnmente las pinturas de óleo (solubles
con trementina), los acrílicos (solubles en agua) y en
algunos casos la tinta china. El papel puede ser marcado con
un lápiz de punta media.
- Los textiles se marcan mediante cintas
de algodón o lino, que no destiñan, en las cuales
se escribe con tintas indelebles; luego, se cosen a las prendas.
Igualmente se procede con los objetos de materia orgánica
(cuero o pieles) los cuales deben ser identificados con etiquetas
de papel libre de ácidos.
- Si la superficie sobre la cual se aplicará
el marcaje es lisa, es aconsejable aplicar una película
de base, que facilite la escritura. Igual recomendación
es aplicable en superficies porosas, a fin de evitar la penetración
de sustancias ajenas al objeto.
- Para objetos que requieran ser limpiados
o pulidos frecuentemente, como es el caso de la platería,
la porcelana, o la cristalería, se recomienda aplicar
una película de protección sobre el marcaje.
- Las colecciones de historia natural se
identifican con etiquetas de metal, según sea su tamaño.
Los especimenes pequeños, por ejemplo insectos, se identifican
mediante etiquetas sostenidas bajo los alfileres de cada muestra.
- El lugar donde se coloque la marca debe
ser un sitio discreto del objeto, protegido del roce y desgaste
por peso y fricción, y donde se dificulte la desaparición
de la identificación. En los objetos de mucho peso, la
marca nunca debe colocarse en la base aunque sí cerca
de ésta
- Es aconsejable que objetos similares sean
marcados en los mismos sitios, de forma de facilitar la búsqueda
de la identificación.
Almacenaje
de obras
A menudo, en los Museos se presta escasa atención a los
lugares de depósito y almacenamiento de obras. Error
grave éste, ya que la experiencia indica que son muchos
los daños ocasionados en las colecciones por el inadecuado
diseño del área dispuesta para servir como depósito
de las mismas.
La importancia de los depósitos y almacenes de obras,
radica en que son éstas las áreas en las que las
colecciones reposan por período más prolongados
de tiempo. De hecho, es el depósito el lugar en donde
se inician y culminan todas las operaciones y movimientos de
obras, desde su ingreso a la institución hasta su salida
a exposición.
Veamos:

Por las razones expuestas, deben preverse ciertas condiciones
para las áreas de almacenaje.
- amplitud
- control de clima
- facilidad de limpieza
- seguridad y sistemas de alarmas
- fácil y seguro acceso
- buena iluminación
- mobiliario adecuado
Un aspecto que debe atenderse con cuidado
es el referido a la organización de las áreas de
almacenaje. En este sentido, podemos hacer los señalamientos
que a continuación se enumeran:
1. El área de almacenaje que debe
estar subdividida según las diferentes colecciones que
se posean.
2. Las diferentes áreas estarán climatizadas de
acuerdo con las necesidades específicas de cada colección:
pintura, cerámica, textiles, etc.
3. La distribución de los objetos debe hacerse de acuerdo
con los diferentes tipos de colecciones existentes.
4. Una vez determinado el orden de los objetos, éste debe
ser respetado y mantenido de manera estricta.
5. La disposición de los objetos debe facilitar su rápida
localización visual, así como su acceso sencillo
y sin riesgos.
6. Igualmente, debe facilitar el acceso y manejo de los equipos
de transporte que se requieran utilizar, según las dimensiones
de los objetos a transportar (carritos móviles, montacargas,
etc.)
7. Estos medios de movilización de obras deben estar diseñados
para la manipulación y traslado, adecuadamente, con apoyos
metálicos seguros, correas fuertes y amortiguadores de
goma espuma.
8. El personal encargado de la movilización de las obras
debe estar perfectamente entrenado para ello.

9. El mobiliario para almacenar los diferentes objetos de los
Museos dependerá de las características de cada
tipo de colección.
10. El acceso al depósito de personas ajenas a las tareas
propias del áreas, debe ser estrictamente limitado.
Hemos señalado la recomendación de que los depósitos
estén organizados y acondicionados según las diferentes
colecciones existentes. Revisemos las posibles divisiones y sus
respectivos mobiliarios y estanterías.
Mobiliarios y Estanterías
Arca de Obras Bidimensionales
Debe disponer de paneles metálicos verticales y con rieles
que permitan su suave deslizamiento horizontal. Estos paneles
facilitan la colocación de cuadros a cada uno de sus lados,
evitando el posible roce entre los mismos.
Un método más económico consiste en emplear
estanterías de metal, en cuyos entrepaños se colocan
los cuadros verticalmente, sostenidos y separados mediante divisiones.
Estas divisiones pueden ser de madera o bastidores con goma espuma
o airpack (plástico con burbujas de aire).
También se pueden utilizar láminas de cartón
perforado entre rieles de madera forrados en tela de fieltro,
fijado a los entrepaños.

En caso de no disponer de los sistemas descritos,
las siguientes recomendaciones podrán serle útil:
- Siempre que haga uso del piso para colocar
obras, cuide que éste no sea resbaladizo, prefiera superficies
de goma o de tela.
- Organice los cuadros considerando su tamaño.
Nunca reúna obras de tamaños diferentes.
- Cuando almacene varios cuadros, observe
qué parte del cuadro ha quedado al frente y coloque el
próximo de manera que ambos estén respaldo a respaldo
o frente a frente.
Continúe así sucesivamente.
Esto protege la parte frontal de las pinturas, evitando el contacto
de la pintura con los objetos sobresalientes de las partes posteriores
del cuadro contiguo
- Utilice, de manera alternativa la colocación
de las obras en sentido vertical u horizontal, de manera de eliminar
el peligro de que un marco resbale sobre una pintura próxima.
- Nunca almacene juntas aquellas obras que
posean elementos para colgar sobresalientes.
- Nunca reúna obras sin enmarcar,
o cuadros cuyos marcos no sobresalgan, es decir, que estén
en el mismo plano que la tela.
- Si necesita organizar varios cuadros sostenidos
por la pared, apoye el primero lo más verticalmente posible,
evitando que se caiga hacia adelante; los cuadros siguientes
deberán estar entre sí, lo más cercano posible.
- Si apoya cuadros en una pared que formen
ángulos muy abiertos respecto a ésta, tenga en
cuenta la posibilidad de que resbalen hacia adelante, así
como que el peso de los últimos cuadros ejercerán
una presión peligrosa sobre los primeros.
- Nunca haga grupos muy grandes. El peso
de los cuadros del frente puede dañar los marcos de los
cuadros del fondo.
- No recline pinturas extremadamente grandes
o pesadas, directamente una sobre otra.
- Apoye cada pintura sobre astas de madera
de mayor altura que los cuadros. Estas, además de servirles
facilitarán su manipulación. Al mover las astas
de apoyo debe tenerse cuidado de no dañar las pinturas
adyacentes.
- Si utiliza astas de madera para separar
las obras apoyadas en la pared, no almacene juntas muchas obras.
- Coloque los cuadros más grandes
al fondo y termine con los más pequeños al frente.
- Los cuadros con marcos ornamentados deben
ser colocados sobre anime o sobre tarugos o topes de madera con
goma espuma o fieltro grueso. Estos amortiguarán el peso
de las frágiles esquinas del marco.
- Cuando almacene varios cuadros con marcos
delicados, sepárelos, colocando entre ellos láminas
de cartón o anime de mayor tamaño que sus marcos.
Area de obras Tridimensionales (Escultura,
Cestería y Cerámica)
Para el almacenamiento de esculturas se
utilizan estanterías, con entrepaños espaciados
a diferentes alturas y forrados en tela de fieltro, anime o goma
espuma, dependiendo de su tamaño. Las de gran formato
deberán colocarse en bases de madera lo suficientemente
resistentes al peso y volumen de la obra.
Para cestería
también se emplean estantes metálicos con entrepaños
de malla sintética Para la cerámica se puede utilizar
el mismo sistema de muebles diseñados para las esculturas
o también muebles en madera con gavetas deslizantes a
diferentes alturas, de acuerdo con el tamaño de las obras.
Es conveniente prever la necesidad de dar
sostén a los objetos mediante ruedas de goma espuma en
los cuales se apoyen y equilibren las piezas. También
pueden resultar útiles los cubos de anime que posean perforadas
las siluetas de la pieza o sector que requiera apoyo.
Area de Papel 
El depósito adecuado a este tipo de colecciones debe estar
provisto de muebles preferiblemente de metal, con puertas que
cierren mediante bisagras o cerrojos horizontales, de manera
de evitar la penetración de polvo. Tal mobiliario llevará
en su interior cajones forrados en tela de fieltro o papel glassine,
que limite la acción de resinas u óxidos.
Los
documentos que se guardan en estos muebles, deben previamente
haberse colocado en el interior de una carpeta, previamente identificada.
Esta se elabora con dos láminas de cartón, libres
de ácido y sin ningún tipo de cinta adhesiva, cinco
centímetros más grande que el documento. En el
interior de la carpeta se colocan dos hojas de papel de fieltro
o papel glassine unidas a la cartulina de algodón.
Area de Textiles
Los vestidos deben ser guardados en amplios gabinetes o guardarropas,
elaborados en madera o metal y con puertas que eviten la penetración
del polvo. Si éstas no existen, pueden colocarse bolsas
de tela sobre los vestidos, dejando en la parte superior e inferior
libre paso al aire.
Los ganchos donde se suspenderán los vestidos deben ir
forrados en papel de seda o tela y con hombreras hechas de este
mismo material.

Los muebles, en su parte inferior, pueden complementarse con
cajones forrados con fieltro. En estos se almacenarán,
envueltos en papel de seda, los objetos pequeños, tales
como guantes, cinturones, zapatos, etc.
Se recomienda la colocación de pequeñas bolsas
contentivas de naftalina y alcanfor, en el interior de los muebles
acondicionados para el almacenaje de textiles para evitar la
presencia de polillas y comején.
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