|
Area de Exhibición
- Conformación, Circulación
y Acceso
En el diseño de los museos, a través de la historia,
han habido dos tendencias muy marcadas en lo que se refiere a
la conformación de las salas de exposición, La
tendencia moderna consiste en la construcción de grandes
espacios, lo suficientemente versátiles y libres, para
lograr su adaptación a cualquier tipo de exposición.
Lo cual, si bien permite la adecuación de las manifestaciones
tan diversas y en ocasiones complejas del arte contemporáneo,
también requiere muchas veces de un exhaustivo trabajo
museográfico para lograr dicha adaptación.
Por otro lado, el sistema tradicional propone salas separadas
de diferente formato y características diversas las cuales
pueden estar comunicadas entre sí, independientes o conectadas
por pasillos o galerías laterales. En cuyo caso cada sala
se adecuaría al tipo de obra que alberga. Esto a la vez
ofrece un recorrido constantemente variado y dinámico
sin mayores esfuerzos operativos y museográficos. En la
elección de un sistema para conformar las salas de exposición
influyen las características de la colección, su
disposición, la disponibilidad presupuestaria del museo
y desde luego, la intención del Arquitecto. De acuerdo
con esto algunos museos podrían adoptar un sistema intermedio
proponiendo salas de diferente tamaño y características
que se adecuen a las exigencias de colecciones permanentes cuyo
contenido cambiará a muy largo plazo y salas grandes,
que pueden ser divididas cuando la exposición así
lo requiera.
En cuyo caso será previsto la instalación de tabiques
móviles o estructuras livianas a través de soportes
especiales o rieles situados en el piso.
La estructura del edificio y las características técnicas
del interior variarán de acuerdo con la propuesta, lo
cual a su vez determinará los costos de la construcción.
La circulación en el área expositiva es un problema
que debe ser resuelto tomando en cuenta que el ordenamiento de
las salas y de los elementos que la constituyen serán
planteados con miras a proponer un sistema de rutas que ofrezcan
al visitante la manera más adecuada de contemplación
y conocimiento de la exposición.
Una sola ruta conduciría a los espectadores al inicio
y término de la colección, así no tendrían
un espacio aparte para devolverse sino a través de las
mismas salas.
Esto permite que el visitante contemple por segunda vez las obras
de su interés.,A su vez, traería ventajas tales
como: la facilidad de supervisión y ahorro de espacios
en los museos pequeños, lo cual no acontece en los grandes
museos donde una sola ruta podría generar un recorrido
monótono.
Cuando todas las salas están ubicadas en hilera, esto
es, una seguida de la otra, en línea recta, es importante
cuidar la posición de las puertas, lo cual dependerá
de la intención del recorrido.
Si en este caso las puertas se ubican también en línea
recta se creará un efecto de perspectiva lo cual permitirá
ver varias salas simultáneamente desde el mismo punto,
esto jerarquizaría el eje de circulación, pero
al mismo tiempo podría generar un efecto depresivo o agotador
en los visitantes.
Sin embargo, las salas pueden ser organizadas de manera tal que
las puertas no estén localizadas opuestas entre sí,
tratando siempre de dirigir al visitante desde la entrada hacia
la muestra, sin dar la posibilidad de que el acceso a algunas
salas quede oculta dentro del recorrido.También puede
plantearse una sola ruta exterior, de manera que cada sala sea
completamente independiente quedando conectadas entre sí
a través de un corredor y/o vestíbulo circundante.
Esto permitirá darle un carácter específico
e íntimo a ciertas muestras diferenciando unas de otras
de acuerdo con sus características o conceptos.
Podría generarse un sistema mixto de doble circulación:
externa e interna, lo cual haría más flexible y
dinámico el recorrido.


A su vez, las salas entre sí pueden o no conectarse internamente,
según las exigencias de continuidad o diferenciación
de las muestras. Además de resolver
la circulación entre las salas expositivas, es igualmente
importante prever la circulación y acceso hacia éstas.
Para ello, tomaremos en cuenta las siguientes condiciones:
Las salas expositivas deberán ser fácilmente accesibles
desde el área de recepción pública del museo,
de tal forma que el visitante no tenga posibilidad alguna de
confundir el recorrido hacia éstas.
El acceso del público deberá ser independiente
al de tránsito de obras con el fin de garantizar la seguridad
de los objetos de exposición y la versatilidad del programa
expositivo permitiendo que las salas permanezcan abiertas al
público con alternabilidad de montaje.
El núcleo de acceso y circulación entre las Salas
Expositivas del Museo debe ser independiente al acceso y circulación
de las demás actividades.
El ascensor de carga debe estar ubicado en un lugar estratégico
de manera tal que las circulaciones y los ingresos de cada sala
expositiva se efectúen de manera directa y ágil.
Los vanos de ingreso de obras y las circulaciones deberán
tener un mínimo de área libre de 2.00 mts. de ancho
por 2.50 mts. de alto y radios de giros óptimos permitiendo
el ingreso de obras de distintos formatos con suficiente comodidad.
- Seguridad
El acceso del público a las salas expositivas deberá
ser directo y accesible desde alguno de los sistemas de seguridad
y vigilancia de la institución. La construcción
de las salas expositivas deberá ser segura para prevenir
posibles acciones vandálicas, por lo tanto, las puertas
de. ingreso y ventanas deben estar óptimamente diseñadas
y fabricadas. Las salas expositivas contarán con un sistema
de alarma contra incendios y con equipos de extinción
portátil, especial para museos (Tipo A, B, C).
- Conservación
Las salas expositivas deben tener una climatización apropiada
para la conservación de las obras en exposición,
bien sea por medio de una ventilación e iluminación
natural óptima, o a través de la activación
de ventanas, variables y ajustadas de acuerdo con el tipo de
objeto expuesto o a través de un sistema de climatización
artificial de temperatura, iluminación y humedad variable
y ajustable al tipo de objeto. En cualquiera de los dos casos,
el nivel climático debe ser permanente, con mínimas
variaciones durante el día y la noche, si el sistema utilizado
es el artificial, deberá permanecer siempre encendido
para evitar fluctuaciones drásticas, las cuales perjudican
decisivamente la conservación de los objetos de exposición,
Es recomendable el uso de los dos sistemas, tanto natural como
artificial de uso alternativo. (Ver tabla cilmática "Niveles
de temperatura recomendados" , cap. IV).
- Equipamiento
Las Salas Expositivas deben contar con un sistema de tabaquería
flexible y liviano, posiblemente sistema de rieles que permitan
la versatilidad en el montaje de las exposiciones.
Las Salas Expositivas serán equipadas por dos sistemas
de iluminación de uso simultáneo. Un sistema de
iluminación ambiental global, que bien puede ser artificial
o natural. La iluminación natural se obtendrá por
medio de ventanas con filtros de rayos U.V vidrios polarizados;
cortinas traslucidas o un sistema de iluminación puntualizada
con instalaciones de rieles, los cuales han de permitir una mayor
versatilidad en el diseño de la iluminación.
Ambos sistemas artificiales deben contar con filtros de rayos
U.V. y control de intensidad lumínica, a través
de los dimmer.
En el caso de la iluminación natural, el aprovechamiento
de luz y del espacio puede ser alternativo de acuerdo con el
lugar donde se coloquen las ventanas o entradas de luz.
Cuando las ventanas se ubican en paredes y a la altura usual,
se presentan algunas desventajas:
- La misma pared queda inutilizada para
la exposición.
- La pared inmediatamente frontal u opuesta
se podría ver afectada para algunas exposiciones ya que
la entrada directa de luz puede causar reflexión en vitrinas
u otros objetos con superficie brillante o pulida.
Sin embargo, esta posición de las ventanas puede ser beneficiosa
para las exhibiciones localizadas en otras paredes de acuerdo
su ubicación con respecto al ángulo de luz, y ofrecería
al visitante la posibilidad de alternar el recorrido con vistas
al exterior, lo cual es factible en caso de que tales vistas
sean agradables, preferiblemente jardines.
Cuando las ventanas se ubican en la parte alta de las paredes,
estas deben estar a una altura considerable. De esta manera las
paredes quedarán libres para las exhibiciones y la entrada
de luz no perjudicará la apreciación de las obras.
La iluminación natural también podrá obtenerse
por medio del techo. Este es uno de los recursos más utilizados
por los diseñadores de museos.
La iluminación cenital ofrece una serie de ventajas como
lo son:
- Una entrada de luz más segura y
con menos defectos ya que tiene menos posibilidades de verse
afectada por factores externos como árboles, edificaciones
próximas, etc., los cuales causan refracción o
sombras.
- Permite el aprovechamiento total de las
paredes y del espacio interior para las exhibiciones.
- La entrada de luz puede ser controlada
a convenir por medio de dispositivos móviles colocados
en el techo, los cuales deben estar bien dispuestos para no alterar
la colección.
- Al no existir ventanas en las paredes
se disminuye la posibilidad de acciones vandálicas, lo
cual le confiere seguridad al museo.
A su vez, el edificio que presente este tipo de iluminación
deberá cuidar algunos aspectos, tales como:
- El mantenimiento externo de las entradas
de luz, sean claraboyas, tragaluces o canales de iluminación,
deberá ser constante ya que estos sistemas tienden a acumular
sucio o a presentar filtraciones de aguas de lluvias. Para solventar
este problema, el diseño y ejecución de los detalles
constructivos deben ser estudiados cuidadosamente.
- El diseño de las salas se debe
contrarrestar el efecto de monotonía o claustrofobia que
puede presentar una secuencia de salas iluminadas desde arriba.
Los acabados internos deben ser en general totalmente neutrales,
es decir, con frisos lisos y con pisos de color neutral, además
ambos serán resistentes y de fácil limpieza. Los
rodapiés deben ser de reducido espesor para evitar la
ruptura espacial del conjunto y a la vez permitir comodidad en
la limpieza de los pisos.
Por otra parte, las salas expositivas deben contar con instalaciones
especiales que permitan conexiones eléctricas y de aguas
blancas y negras que puedan ser requeridas por algún tipo
de exposición. Así mismo, la ubicación de
las referidas instalaciones debe ser estratégica con el
objeto de no obstaculizar ni interferir en la percepción
de la exposición.
|