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  de Tecnología

Contenido

PRESENTACIÓN
Roberto Guevara

LOS MUSEOS Y EL PÚBLICO
Armando Gaglíardi

El consumo cultural

PARA PENSAR LO MASSMEDIÁTICO O LA FASCINACIÓN DE LA COMUNICACIÓN MASIVA
Marcelino Bisbal

POLÍTICAS CULTURALES Y PÚBLICOS
Carlos Guzmán Cárdenas

LA ATENCIÓN AL PÚBLICO COMO CANAL DE IMAGEN
Oscar Ernesto Buroz

El Estudio del Público

VENTURAS Y DESVENTURAS DE LOS ESTUDIOS DE PÚBLICOS
Graciela Scbmilcbuk

Estudios de Casos

PÚBLICOS Y MUSEOS
- ALGUNAS REFLEXIONES Y EXPERIENCIAS
Carmen Teresa Soutiño

LA ACCIÓN EDUCATIVA DEL MUSEO DE BELLAS ARTES:
UNA MANERA DE ESTRECHAR VINCULOS CON LA COMUNIDAD

José Ignacio Herrera

MUSEO ARMANDO REVERÓN - UN MUSEO QUE TUVO PÚBLICO ANTES DE SER MUSEO

María Elena Huízi Castillo

EL DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN COMO ENTE INTEGRADOR Y DINAMIZADOR DEL PÚBLICO EN LOS MUSEOS
María Gabriela Gil

Investigaciones

UNA APROXIMACIÓN AL PERFIL DEL VISITANTE DEL MUSEO DE CIENCIAS

Haydee Logreira

EL MUSEO DE LOS NIÑOS DE CARACAS Y SUS VISITANTES
Carolina de Navarro Josnil Rojas

LA POLÍTICA DE PÚBLICO EJE DE LA TRANSFORMACIÓN DEL MAVAO
Emilia Maury de Pearce

LA ESPECIALIDAD DE LA CASA.- UN MENÚ AL GUSTO DEL CLIENTE
Milagro Gómez de Blavia

CONCLUSIONES

 


LA ATENCIÓN AL PÚBLICO COMO CANAL DE IMAGEN

 

Oscar Ernesto Buroz
Egresado como Licenciado en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. Gerente de Relaciones Públicas del Museo de los Niños. Profesor de Antropología Filosófica en la Escuela de Administración y Contaduría de la Universidad
Católica Andrés Bello.







Rebeca Morgan, autora del libro "Cómo contentar clientes disgustados" establece que el público deja de asistir o contactar a una organización determinada por las siguientes razones: 1% muere (no hay mucho que podamos hacer al respecto), 3 % cambia de residencia, 5 % adquiere otro bien o servicio sustituto, 9 % por razones de competencia, 14 % debido a insatisfacción con los bienes y servicios, 68 % "Porque alguien fue desatento, indiferente o descortés con ellos".

Según Morgan, otra investigación descubrió que, en promedio, cada público insatisfecho se lo comunicaba a otras once personas, quienes a su vez se lo referían a otras cinco, lo cual asciende a 67 (1+11+55) personas que difunden de "boca a boca" información negativa sobre la organización.

Esto nos lleva a pensar que en un entorno tan cambiante y crecientemente competitivo corno en el que nos encontramos, la atención al público no puede ser entendida como un simple comportamiento apegado a las normas de urbanidad y cortesía, sino un concepto más profundo que abarca prácticamente todos los ámbitos de la vida organizacional y que, bien entendida y practicada, constituye una contundente ventaja competitiva.

Para poder realizar una aproximación a esta temática es necesario unificar criterios, aclarando una serie de términos que serán utilizados en esta ponencia.

El hombre es un ser gregario, posee una tendencia natural a ordenarse, estableciendo tareas, normas, líneas de liderazgo y flujos de comunicación para la consecución de un fin.

Es en este proceso como van surgiendo las organizaciones. Éstas son definidas por Marcel Antonorsi, en su libro "Organizaciones en Cambio", corno complejos sistemas socio-técnicos que responden a una estrategia para laborar con éxito en su entorno y lograr un desempeño satisfactorio, competitivo, que le permita sobrevivir y progresar.

La organización desarrolla procesos de trabajo para producir bienes y servicios, cuenta con sistemas gerenciales que le permiten funcionar, y con estructuras que establecen responsabilidades formales. Las organizaciones están formadas por personas, equipos diversos y líderes que se responsabilizan por su conducción. La organización trabaja con recursos de infraestructura que le facilitan su acción.
Un elemento importante de las organizaciones son los valores, los cuales aglutinan a los sub-sistemas y constituyen un conjunto de principios y conceptos guías que orientan a los miembros de la organización y representan creencias motivadoras de la acción.

Los valores, junto con las creencias, los comportamientos consolidados durante la vida organizacional, el estilo de liderazgo, las normas y procedimientos conforman lo que se denomina "La Cultura Organizacional"; la cual, de una manera un tanto reduccionista, podemos resumirla como la forma de ser y hacer en la organización.

Esta cultura organizacional, en el transcurso del tiempo, genera la identidad, que podría definirse como el conjunto de atributos asumidos como propios por la institución.

Ésta, al interactuar con su entorno proyecta información que forma en sus públicos un concepto de lo que ella es. Para algunos especialistas, en ese momento existen 5 ideas de la misma organización.
1- La verdadera organización (la que realmente es).
2- La organización que los integrantes creen que son.
3- La organización que los integrantes piensan que los demás piensan que son.
4- La organización que los demás piensan que los miembros de la organización creen que son.
5- La organización que los demás piensan que los miembros realmente son.

¿Podríamos decir que esto es saludable? Si y no. Dependerá de la misión que tenga la organización, y los objetivos que se planteen con sus públicos.

Vamos a considerar como Públicos de una organización, los grupos de personas internas o externas con las que ella se relaciona.

De la información global transmitida (de manera consciente e inconsciente), sólo una porción de ella será captada, debido a la percepción selectiva de estímulos que funciona en cada público, de acuerdo a los múltiples intereses, que puedan tener en la organización.
Esta situación nos conduce a la definición de Imagen Organizacional, la cual vamos a entender, tal como lo establece Daniel Scheinsohn, en su obra "Comunicación Estratégica", como el resultado neto de la interacción de todas las experiencias, creencias, conocimientos, sentimientos e impresiones que los públicos tienen respecto a una organización.

Como dijimos, la institución se encuentra en un entorno cambiante y altamente competitivo, razón por la cual, es de vital importancia aprender a clasificar, jerarquizar y atender, a objeto de satisfacer las necesidades y expectativas de sus públicos, manteniendo como norte, el logro de los objetivos institucionales.

De manera general, podemos definir tres tipos de público:
1- Público interno: trabajadores, empleados y gerencia.
2- Público intermedio: accionistas, proveedores, "clientes" directos.
3- Público externo: todo aquel que no esté vinculado directamente con la institución: sector financiero, empresa privada, sector gubernamental, organizaciones civiles, grupos ecologistas, medios de comunicación social, etc.

Cada uno de ellos es importante para la institución, sea porque ellos estén interesados en la organización, o que sea ésta la que desee algo de ellos.
Todos los públicos deben ser bien atendidos. El reto tiene que ser: pasar de la excelencia en el servicio a la satisfacción total del público. Esta idea tiene que estar muy arraigada en la cultura de la organización.
Sin embargo, nos encontramos con que los recursos de la institución son limitados, lo cual obliga a planificar el servicio y jerarquizar estratégicamente los públicos. Denis Walker, en su obra "El Cliente es lo Primero", plantea que las organizaciones, antes de diseñar su Programa de Servicio, deben realizar una reflexión, para lo cual ofrece una guía de preguntas claves:

· ¿Conoce usted a sus públicos y está seguro de sus necesidades?
· ¿Ha comunicado a su personal dichas necesidades?
· ¿Se ha establecido y comunicado unas normas claras de servicio?
· ¿Está seguro de cómo el servicio puede proporcionarle una ventaja sobre sus competidores?
· ¿Ha definido con claridad la habilidad y los conocimientos que debe poseer su personal para prestar un servicio de calidad?
· ¿Se han identificado las técnicas de dirección para su organización y se han creado programas para darlos a conocer a todos los gerentes?
· ¿Sabe usted cuánto le cuesta la mala calidad de su servicio y cuáles son sus causas? .
· ¿Dispone de un sistema par los reclamos de¡ público?
· ¿Tiene su organización una misión conocida, compartida y vivida?
· ¿Se ha insertado la misión en el contexto de trabajo?
· ¿Existen sistemas que garanticen que su organización genere productos o servicios de calidad?

La planificación es un ingrediente muy importante para la consecución de la misión organizacional. Prepárese, especialmente, para brindar una excelente primera impresión, dado que ésta será fundamental en la imagen que se forme el público.
Recordemos que nunca tendremos una segunda oportunidad para causar una buena impresión.

A partir de este momento, vamos a centrarnos en los públicos intermedios, particularmente, y teniendo en cuenta que nuestras instituciones son museos, en los públicos que acuden a nuestras instalaciones: docentes, estudiantes, turistas, familias en plan recreativo, etc.

En marzo de este año, la comunidad museística de Caracas, recibió la visita de la Sra. Odile Coppey, miembro del Departamento de Públicos, de la Dirección de Museos de Francia. La Sra. Coppey, en el Seminario "Públicos y Museos", organizado por el MACCSI, tuvo a bien facilitar un instrumento de trabajo que permite identificar los productos culturales en la relación tipos de acción/receptor. Este material es de gran utilidad para hacer una auditoria de los servicios que podría ofrecer el museo, y/o para el desarrollo de un programa de atención al público.

En este instrumento se puede observar un intento de clasificación de públicos, de carácter muy funcional, según el grado de interacción con la institución. Fue desarrollado buscando responder a tres interrogantes: ¿cómo identificar las acciones de los museos?, ¿cómo identificar los públicos de los museos? y ¿cómo hacer para que acciones y público se encuentren?


La columna A presenta los tipos de públicos según su grado de interacción:

Público ocasional: está constituido por todas aquellas personas que asisten al Museo, simplemente porque les provocó de manera ocasional.

Público instruido: aquel que acude al Museo por interés de índole personal, y asiste con cierta frecuencia.

Público Involucrado: es el que pertenece a la actividad diaria del Museo, sin trabajar en él.

Público Responsable: aquel que se encuentra implicado en la vida, del Museo, bien porque trabaja en él, o porque es una persona íntimamente ligada.

La columna B presenta las clases de acciones y productos que se pueden encontrar en los Museos:

Clase 1: productos que se encuentran en el exterior del Museo, cuya función es anunciar su existencia y estimular la visita.

· Clase 2: productos que se encuentran en la recepción del Museo.

· Clase 3: en esta clase se encuentran todos los productos de carácter especializado, preparados por el Museo, pero que no son específicos y están al alcance de todo público. Han sido denominados productos de acompañamiento Prét-a-Potter (listos para llevar), haciendo una metáfora con el mundo de la moda, oponiéndolos a los productos hechos a la medida. .

· Clase 4: productos hechos a la medida, diseñados para públicos específicos.

Clase 5: productos destinados a lograr la autonomía del público. Están fuera de lo que son las colecciones de arte o experiencias, en el caso de los museos de Ciencia y Tecnología. Estos productos son destinados a públicos "Relevo".

· Clase 6: productos de traspaso de conocimientos de un profesional especializado en al ámbito museístico a otro.

Esta herramienta es sólo un modelo para el desarrollo de programas de atención al visitante, los cuales requieren de gran creatividad, ingenio para sacarle el máximo provecho a los recursos, conocimiento de la organización y de sus públicos, objetivos claramente estipulados, y una rápida capacidad de respuesta eficiente ante los imprevistos.

Al ofrecer calidad en los recursos para prestar los servicios, aumentará la satisfacción de los responsables de llevarlo a cabo, lo cual traerá como consecuencia un aumento en su motivación, generando un alto nivel de calidad del servicio comparado con el nivel esperado por el público.

Corno es lógico de suponer, existe entonces mayor probabilidad de satisfacer las necesidades y expectativas del público lo cual generará en él elementos cognitivos que contribuyan a conformar una buena imagen de la institución.

Una buena imagen, debidamente aprovechada, permitirá que nuestra organización genere un efecto halo de prestigio en todos sus productos y servicios. Disfrute del beneficio de la duda, cuando ocurra un imprevisto lamentable, la crisis se presente y la institución se encuentre en la mira ale la opinión pública. Mantenga una ventaja competitiva en los mercados donde se desenvuelva.

Una buena imagen propicia en los públicos una actitud positiva hacia la organización; lo cual, a la larga, permitirá que ésta alcance sus objetivos, mediante la obtención de recursos (humanos, financieros y tecnológicos) que mantendrán y mejorarán la calidad del bien o servicio producido, iniciando nuevamente este círculo virtuoso.

La atención al público (en su sentido amplio) no puede ser abordada desde una perspectiva romántica. Por el contrario, necesita de un gran esfuerzo de planificación, que involucre y comprometa a todos los miembros de la organización, arraigando muy profundo, en la cultura institucional, el valor de la satisfacción total del público. En esto estará, a la larga, la diferencia entre el fracaso o la supervivencia de una institución.

 

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